Si has conseguido acumular una cantidad importante de dinero en tus ahorros en efectivo, ¡felicitaciones! Pero si tus ahorros van más allá de lo que necesitas para tu fondo de emergencia, es posible que quieras dar un paso atrás y preguntarte: ¿Existe una forma mejor de poner mi dinero al servicio de mis metas financieras?
Aunque no hay nada como la seguridad y la tranquilidad de saber que tienes suficiente dinero en efectivo para hacer frente a cualquier sorpresa que te depare la vida, reservar demasiado dinero en efectivo no siempre es una buena estrategia.
El hecho de que acumules tus ahorros en efectivo no significa que esté evitando todos los riesgos. De hecho, tienes que pensar muy seriamente en los riesgos de la inflación, así como en los rendimientos a los que estás renunciando por no poner tu dinero a rendir.
Hoy en día, el dinero depositado en una cuenta de ahorro estándar no gana casi nada en forma de intereses: sólo una media del 1% anual. Eso no es ni de lejos suficiente para igualar la tasa de inflación histórica. Esto significa que cada año que dejas tu dinero en una cuenta de ahorro, estás perdiendo poder adquisitivo.
Se recomienda que, una vez que hayas reservado suficiente dinero para sentirte cómodamente cubierto en caso de emergencia, empieces a dar otro uso a los fondos sobrantes.
¿Cuánto es suficiente para ahorrar?
Aunque la situación financiera de cada uno es diferente, la mayoría de las personas deberían tener reservado en un fondo de emergencia al menos tres a seis meses de gastos. Esto debería ser suficiente para que la mayoría de las personas puedan hacer frente a la mayoría de los gastos imprevistos o a un período de desempleo importante. Para algunas personas, la cifra mágica puede acercarse más a los nueve meses de gastos, o incluso a los doce (en el caso de los independientes o los que trabajan en un sector inestable). Más allá de eso, simplemente hay mejores formas de asignar tus fondos que mantenerlos en una cuenta de ahorro.
Opciones para personas con aversión al riesgo
Cuando empieces a buscar formas de poner su dinero a trabajar, descubrirás que la inversión es una forma estupenda de acumular riqueza a lo largo del tiempo, siempre que te sientas cómodo con un cierto nivel de riesgo. Si eres reacio al riesgo, pero quieres poner tu dinero a rendir, te ofrecemos las siguientes opciones:
Cuando pagas una deuda antes de lo previsto, reduces o eliminas la cantidad total de intereses que debes pagar durante la vida del préstamo. En otras palabras, puedes pensar en este ahorro de intereses como una forma de rentabilidad instantánea y sin riesgo.
Si tienes deudas -en particular, las de alto interés, como las tarjetas de crédito o los préstamos de consumo-, utilizar parte de tus ahorros para pagarlas puede ser una excelente forma de poner tu dinero a trabajar.
Un seguro de vida y ahorro es una herramienta útil para proteger tu futuro y asegurar tu jubilación.
Afrontar la realidad a la muerte o de no tener un futuro asegurado genera preocupación e incertidumbre en muchas personas, y la verdad es que son hechos que no vas a poder cambiar si llegan a ocurrir. Sin duda serán momentos muy difíciles para una familia, pero que también son situaciones que impactan en el nivel de ingresos de tus seres queridos.
Contratar un seguro de vida y ahorro te permitirá cubrir de manera anticipada estos gastos y evitar así que tu familia incurra en deudas inesperadas.
Entonces, un seguro de vida ahorro no es más que la combinación entre un seguro de vida con cobertura por fallecimiento y/o accidentes y un plan de ahorro mensual. Además de ser un producto asegurador permite acumular capital mes a mes, de manera programada y con interés compuesto como complemento a una jubilación o para contar con más protección en caso de fallecimiento/accidente.
Una cartera de inversiones bien diversificada que esté en consonancia con tu tolerancia al riesgo y tu horizonte de inversión personales – puede ayudarte a hacer crecer su dinero sin asumir un riesgo excesivo. En el país, empresas administradoras de fondos y fideicomisos pueden asesorarte sobre el producto que cubra tus necesidades de riesgo y rendimiento, atado a tus metas financieras de corto, mediano y largo plazo.
Sea cual sea tu tolerancia al riesgo, casi siempre hay una opción que puede ayudarte a aumentar tu rendimiento en comparación con los ahorros en efectivo. Un asesor financiero experto puede ayudarte a entender tus opciones y a diseñar un plan que satisfaga tus necesidades.
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