Puedes sobreendeudarte con deudas buenas y malas

Puedes sobreendeudarte con deudas buenas y malas

Autora: Lourdes Hernández

Deuda es pedir prestado dinero. Lo cual es bueno. Se trata de un crédito porque “creyeron en ti”.

El meollo del asunto es para qué usas el dinero.

Si pides un préstamo para gastar, puede ser una deuda mala.

Si lo haces para invertir, es buena.

Al referirnos a “gastar” estamos hablando de aquello que no es indispensable, que es un deseo y no una necesidad. Por ejemplo: joyas, cierta vestimenta, una fiesta.

Invertir es pagar la entrada para una casa, la maestría, un negocio, pero también unas vacaciones programadas, porque te ayudan a descansar, a tomar nuevo impulso y a unir más a la familia.

Es importante evitar el sobreendeudamiento. ¿Cómo?

  • Llevando un registro de ingresos y gastos, ya sea en efectivo, tarjeta, transferencias.
  • Distribuyendo los ingresos así: 50% para gastos básicos, 40% para deudas y gastos no básicos. 10% para ahorrar.
  • Además, hay que conocer cuál es nuestra capacidad de pago, así, antes de contraer una deuda, vemos si habrá dinero disponible para pagarla.

Tanto si es deuda buena o mala, puedes caer en el sobreendeudamiento.

Reconoce las alertas de que tienes demasiadas deudas:

  1. Un primer síntoma es que no duermes tranquilo.
  2. A veces estar atrasado en tus deudas es indisciplina, no sobreendeudamiento. Pero ya es una alerta.
  3. Usas el crédito para todo. Gastos como supermercado con pago diferido, o pago de servicios básicos, con crédito.
  4. Cuando saco un crédito para pagar otros créditos.
  5. Usar los ahorros para pagar deudas.
  6. Dejar de pagar unas deudas para cumplir con otras. Si tienes que decidir cuáles cuentas pagar, es una alerta.
  7. Si te están llamando a cada rato para que pagues tus deudas. Es molestoso, pero es tu responsabilidad.
  8. Solo te alcanza para pagar el mínimo de tu tarjeta de crédito. El mínimo es una facilidad que te da la emisora de la tarjeta, lo cual está bien. Pero hay que ser conscientes de que si pagamos solo el mínimo nos van a cobrar intereses. La deuda va a a seguir allí. Se crea un hueco.

¿Por qué nos sobreendeudamos?

Porque sacamos crédito sin pensar que en el futuro tal vez no tengamos los mismos ingresos que ahora.

Porque invertimos en algo que no resulta.

Porque gastamos mucho con la tarjeta y luego no tenemos con qué pagar.

 

Digamos que ya estás “ahorcado-a”… ¿qué puedes hacer?

  1. ¡¡Para de gastar!!
  2. Haz una lista de todas tus deudas.
  3. Haz un plan de pago realista: cuándo podré pagar y con qué monto cada mes.
  4. Habla con la institución financiera y solicita planes de pago o consolidación de deudas. Enfrenta la situación inmediatamente.
  5. Recupera tu paz y tu tranquilidad.

 

 

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