Trastornos financieros

Trastornos financieros

General

Autora: Lourdes Hernández

Son problemas mentales y emocionales que nos complican la vida. Estos pueden provocar ansiedad, insomnio, presión en el pecho, dificultad para respirar, pánico, náusea, disminución en la calidad de vida, agresividad, depresión.

Una persona que sufre estos trastornos financieros hace muy infeliz a su familia y arriesga a su empresa a una quiebra. Si las deudas se incrementan y no se pagan, se acarrea problemas legales que pueden llegar a ser graves.

¿Por qué nacen los trastornos financieros?

Son creencias que vienen desde la niñez, que se replican de unos padres nerviosos en cuanto al manejo del dinero. También pueden nacer a partir del constante manejo de redes sociales, que muestran vidas aparentemente felices gracias al dinero y a un supuesto éxito financiero.

En efecto, el exceso de pantallas distorsiona la realidad especialmente para niños y jóvenes, los cuales sufren ansiedad por tener lo que tienen otros y al no conseguirlo, llegan a experimentar depresión y los síntomas que veremos a continuación.

¿Cuáles son los trastornos financieros?

Crometofobia: miedo irracional a gastar dinero. Síntomas: evitar gastos básicos. Ansiedad al planear gastos.

Tratamiento: psicoterapia. Presupuesto controlado. Autocompasión.

Crematomanía: adicción al dinero y acumulación de bienes. Los síntomas son: obsesión por el dinero. Insatisfacción constante.

Tratamiento: apoyo profesional. Red de apoyo familiar y de amistades. Metas financieras realistas.

Dismorfia del dinero: Visión distorsionada de la economía personal. Síntomas: gastos que superan ingresos. Creencia de tener más dinero del que se tiene.

Tratamiento: presupuesto financiero. Asesoría de planificación financiera. Reducir tiempo en redes sociales.

A continuación, algunos consejos para mejorar las finanzas y prevenir los problemas expuestos, que afectan la salud mental:

  • Hacer un presupuesto.
  • Llevar un control de gastos y créditos.
  • Hacer listas de deseos para evitar compras por impulso.
  • Planear metas de ahorro en lugar de endeudarse.
  • Alejarse de las comparaciones.
  • Disfrutar del camino financiero propio.

Fuente: Valeria Arellano