Formas de reducir tus gastos de arriendo

Formas de reducir tus gastos de arriendo

General

Autora: Michelle Guerrero

Si te encuentras buscando un nuevo apartamento, es probable que destines gran parte de tu sueldo para el pago del arriendo, especialmente en las zonas urbanas. De acuerdo con la regla de oro debes gastar solo el 30% de tu sueldo en vivienda.

Pero si debes elegir entre gastar un poco más o no tener un lugar para vivir, debes procurar no gastar más del 40% para que tengas dinero para otros gastos esenciales, ahorrar para tus metas financieras, pagar tus deudas o ahorrar para la jubilación.

Si estás más cerca del 40% de lo que quisieras estar o lo superas, y te preocupa regresar a vivir con tus padres, no te asustes. A continuación, encuentra seis maneras de lidiar con la renta costosa, ya sea para que te quedes en tu lugar actual o busques un nuevo lugar para arrendar.

  1. Recorta tu gasto global

Hacer un presupuesto es como hacer dieta: no siempre es divertido, pero si tienes un plan y eres constante, al final recibirás tu recompensa. Esto significa saber cuánto gastas en las cosas necesarias, como los servicios básicos y el arriendo, y en diversión, como salir a cenar o ir al cine.

Si todavía no haces un seguimiento a tus gastos, el primer paso es saber en dónde gastas tu dinero mensualmente. Puedes hacer esto observando tus movimientos bancarios y estados de cuenta de tus tarjetas de crédito de los últimos tres meses, para ver cuánto estás gastando en tus gastos fijos (aquellos que no varían mucho de mes a mes) y tus gastos variables (como la comida y entretenimiento que no siempre son consistentes).

Después debes ver qué áreas de tu presupuesto puedes recortar. Si el arriendo no es una opción, es posible que debas realizar algunos ajustes en tu día a día para liberar algo de dinero. Tal vez debas llevar tu propio almuerzo al trabajo, o tomar más a menudo transporte público. Considera esta decisión como una compensación para que puedas seguir pagando tu renta, así como invertir dinero en tus metas de ahorro a corto y largo plazo.

  1. Busca un agente inmobiliario

Un agente inmobiliario te puede ayudar a buscar apartamentos que coincidan con tu ubicación, precio y requisitos de tamaño, enviar solicitudes de arriendo en tu nombre y negociar el precio de la renta con su respectivo propietario. Además, un agente puede tener acceso a propiedades en arriendo que todavía no se encuentren en el mercado, lo que te dará más oportunidades de encontrar el lugar adecuado para ti, tanto en ubicación como en precio.

  1. Negociar un arriendo más económico

La capacidad de negociar dependerá de cómo se encuentra la situación actual del mercado: si muchas personas quieren adquirir el mismo lugar, el propietario no va a bajar su precio. Pero para las áreas con menor demanda, se puede negociar para obtener un lugar más económico.

En primer lugar, debes conocer cuánto tiempo ha estado el bien ofertado en el mercado. Si la oferta ha estado en el mercado por más de 30 días, vas a tener más posibilidades de negociar puesto que el propietario deseará conseguir un arrendatario pronto.

Al momento de entrevistarte con el propietario del lugar, lleva referencias como una carta de un propietario anterior que indique que pagas el alquiler a tiempo, mantuviste la propiedad en buenas condiciones y entablaste una buena relación con los vecinos.

Ofrecer firmar un contrato de arrendamiento de dos años en lugar de un contrato de un año, puede funcionar a tu favor; puesto que ahorras la molestia al propietario de buscar un nuevo inquilino en un año.

  1. Otros beneficios financieros

Si el propietario no está dispuesto a ceder en el precio del arriendo, hay otros costos que puedes negociar. Solicita al propietario que dentro del valor de arrendamiento se incluya la cuota del condominio mensual. También si planeas renovar tu contrato de arrendamiento, pide al propietario que se incluya una cláusula que indique que no habrá incremento en el valor del arriendo para el nuevo año.

  1. Encuentra un compañero de cuarto

Considerar vivir con un compañero de cuarto te da la posibilidad de dividir tus gastos de vivienda mensualmente, lo que puede reducir tus costos fijos a la mitad.

Puedes buscar en distintos sitios web o consultar con tus conocidos si saben de alguien de desee compartir una vivienda.

Es importante que tengas en mente que, si firmas un contrato de arrendamiento con un compañero de cuarto, debes mantener un contrato con tu compañero en donde se explique claramente sus expectativas, y acuerden que es lo que cada uno debe pagar.

  1. Alquila tu espacio

Puedes alquilar tu departamento o inclusive una habitación a los viajeros, a través de páginas web, como Airbnb.

Por lo tanto, si viajas con frecuencia por motivos de trabajo o tienes vacaciones planificadas, puedes considerar arrendar tu espacio para obtener ganancias. Sin embargo, asegúrate de revisar tu contrato de arrendamiento; puesto que algunos de estos contratos prohíben subarrendar a los inquilinos, también deberás tomar en cuenta las leyes de tu ciudad.