Cuando se piensa en mejorar el bienestar, es probable que la mente se dirija inmediatamente a comer más sano, ir al gimnasio o programar unos cuidados personales muy necesarios.
Pero, hay un área más de tu vida en la que debes centrarte: tus finanzas. Existe un vínculo bastante claro entre el bienestar financiero y tu bienestar general. Aunque el dinero no compre la felicidad, la planificación financiera puede ayudar a las personas a alcanzar un mayor nivel de satisfacción y tranquilidad.
Eso tiene sentido, teniendo en cuenta que el dinero es constantemente una de las principales fuentes de estrés en la vida, hacer una planificación financiera exhaustiva puede ayudar a aliviar parte de esa ansiedad, y también puede ayudarte a dormir mejor por la noche. Generar buenos hábitos es sumamente importante para llegar a ese objetivo. Te indicamos cómo lo puedes lograr:
- Ten un plan claro para afrontar las deudas.
Son pocas las personas que no tienen algún tipo de deuda, ya sean los saldos de las tarjetas de crédito que parece que nunca puedes eliminar o un préstamo por tu vivienda que crees que vas a pagar hasta que te jubiles. Las deudas pueden pesar mucho en tu mente si no sientes que estás progresando en ellas, pero puedes elaborar un plan de pago que te ayude a reducir tus saldos y priorizar qué deudas tienen más sentido pagar primero.
- Te sentirás más seguro a la hora de ahorrar para la jubilación.
Cuando empezaba a trabajar, contribuir con un pequeño porcentaje de tu sueldo a un plan de jubilación parecía suficiente. Pero con cada año que pasa, es fácil preguntarse: ¿Estoy ahorrando suficiente para jubilación? ¿Y cuánto necesito exactamente?
No hay una respuesta única para todos los casos: todo depende de la vida que quieras llevar en la jubilación. Es importante determinar cuál debe ser tu objetivo de ahorro, e identificar qué opciones pueden ayudarte a estar seguro de que tendrás el dinero que necesitas para la jubilación de tus sueños. También debes tener en cuenta ciertos riesgos para tus ingresos de jubilación y ajustar tu plan según sea necesario si tus objetivos de jubilación o las circunstancias de tu vida cambian.
- Tener la tranquilidad de que tu familia está protegida financieramente.
Hacer crecer tu dinero es una parte de un plan financiero, pero protegerlo es otra. Para empezar, es importante determinar la cantidad que debes guardar en un fondo de emergencia para no endeudarte en caso de que se produzca un gasto inesperado. También puedes calcular la cantidad de seguro de vida que necesita para cubrir los gastos de tu familia en caso de que te ocurra algo, y ayudarte con un plan para sustituir los ingresos en caso de que una enfermedad o lesión te impida trabajar durante un tiempo.
- Te sentirás bien sabiendo que estás avanzando en múltiples metas.
La multitarea no es sólo algo que se hace en la oficina. La mayoría de nosotros tenemos varios objetivos para los que queremos ahorrar. La planificación financiera incluye la identificación de la cantidad que debe reservarse para los distintos objetivos, de modo que no tengas que hacer malabarismos para ahorrar para la jubilación, la universidad de sus hijos, una nueva casa y las vacaciones del próximo año, todo al mismo tiempo.
Determina la mejor manera de ahorrar para cada uno de ellos, teniendo en cuenta el panorama financiero general. Las circunstancias de cada persona son diferentes, no hay dos planes financieros iguales. Por eso es importante encontrar analizar tu situación y adaptar un plan a las prioridades de tu familia, y que te asegure de que es lo suficientemente flexible como para cambiar cuando lo hagan tus metas y sueños.