5 maneras de criar niños no materialistas

5 maneras de criar niños no materialistas

Te damos cinco maneras en que los padres pueden tomar la iniciativa de criar niños no materialistas en un mundo donde lo material ha cobrado mucha relevancia:

 

  1. Habla con tus hijos sobre el dinero

La educación financiera no forma parte del currículo educativo ecuatoriano, lo que significa que los niños aprenden los hábitos de gasto de sus padres. El primer paso para que los niños se den cuenta de que el dinero no “crece en los árboles” es hacer que el tema forme parte del discurso familiar lo antes posible. Enseñar a los niños lo que es el dinero les hace comprender mejor lo rápido que desaparece y les ayuda a establecer hábitos responsables de gasto y ahorro para el futuro.

Si tu hijo desea tanto algo que no puede dejar de pensar en esto, diseñen juntos una estrategia para que pueda ganárselo. Lo más importante es mantener abiertas las líneas de comunicación sobre temas de dinero.

 

  1. Evita las recompensas materiales – y las consecuencias

La crianza material es la práctica de mostrar amor o moldear el comportamiento de un niño mediante la entrega o la retirada de cosas. La mayoría de nosotros lo hemos hecho: se premia a los niños por sus buenas notas y se les castiga quitándoles los aparatos electrónicos. Los investigadores Marsha L. Richins y Lan Nguyen Chaplin han relacionado esta práctica con el hecho de volverse materialista en la edad adulta, ya que quienes son recompensados de niños seguirán recompensándose con cosas más adelante. Los mismos estudios han demostrado una correlación entre ser materialista de adulto y una menor sensación de bienestar.

Los padres que utilizan con frecuencia las recompensas hacen poco por cambiar de forma significativa el comportamiento de los niños y, además, producen hijos menos generosos. Al eliminar (o al menos reducir) la asociación entre el comportamiento y las recompensas materiales o las amenazas, da como resultado que los niños den menos valor a las cosas.

 

  1. Pasen tiempo de calidad juntos

En el fondo, lo que los niños quieren de sus padres, más que los dispositivos y aparatos, es su atención y su tiempo. Se aconseja que los padres ofrezcan su tiempo, mejor ánimo y momentos de diversión por encima de las cosas materiales.

Esto implica que los padres dejen de lado sus propios dispositivos y distracciones y estén totalmente presentes para sus hijos. El tiempo que pasen juntos no tiene por qué ser muy elaborado: dar un paseo o jugar a un juego es suficiente para conectar estrechamente a los padres con sus hijos.

 

  1. Modela el gasto disciplinado y la generosidad

Según el Child Mind Institute, un componente esencial para enseñar a los niños hábitos de gasto responsables es que los padres los modelen. Los expertos aconsejan que los adultos se ciñan a un presupuesto, eviten las compras impulsivas, y establezcan y compartan objetivos financieros para los gastos más importantes.

Otra forma de ser un buen modelo financiero es resistirse a la compulsión de estar a la altura de los demás. La manera más relevante de aplacar el deseo de tener más cosas es modelar un comportamiento alejado de la envidia por las cosas de los demás.

 

  1. Fomenta la gratitud

Lan Nguyen Chaplin dirigió otro estudio sobre el materialismo en los niños, que reveló una relación entre el fomento de la gratitud y la disminución del materialismo, así como el aumento de la generosidad. La gran noticia es que hay más de una manera de expresar la gratitud, dependiendo de las edades y los intereses de tus hijos.

Por ejemplo, los más pequeños pueden crear un póster o un collage de lo que agradecen, o mantener una “caja de la gratitud” en el que los miembros de la familia escriban algo por lo que están agradecidos cada semana. Los niños a los que les gusta escribir pueden disfrutar llevando un diario de gratitud. Chaplin también aconseja que las familias se reúnan en torno a la mesa para reflexionar diariamente sobre la gratitud, algo que pueden hacer niños de todas las edades.

Incluso si tienes hijos mayores que parecen perdidos por la envidia material, nunca es demasiado tarde para empezar y formar chicos más generosos y agradecidos.

 

Fuente: Northwestern Mutual

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