Un plan financiero es una de las herramientas más poderosas que puedes utilizar para alcanzar tus metas financieras a lo largo de tu vida.
Sin embargo, es común que muchos jóvenes crean que no tienen suficiente dinero para justificar la creación de un plan financiero, o que simplemente son demasiado jóvenes para necesitarlo.
Pero, la verdad es que todo el mundo puede beneficiarse de algún nivel de planificación financiera, independientemente de la cantidad de dinero que tengas o de tu edad. A continuación, repasamos qué es un plan financiero, para qué se utiliza y cómo incluso las personas más jóvenes pueden beneficiarse de dedicar tiempo a crear uno.
¿Qué es un plan financiero?
Un plan financiero describe tus objetivos financieros y proporciona los pasos recomendados para alcanzarlos.
Un plan financiero es como una hoja de ruta para tus finanzas que tiene en cuenta tanto tus metas a largo como a corto plazo.
Para muchas personas, el simple hecho de crear un plan financiero es una experiencia valiosa porque les obliga a pensar y articular sus metas, a veces, por primera vez.
Los pasos concretos que des para llegar desde donde estás hasta donde quieres llegar dependerán de tus objetivos y de tu situación financiera actual. Algunas de las metas iniciales más comunes son:
- Pagar las deudas
- Crear un fondo de emergencia
- Proteger sus finanzas
- Ahorrar e invertir para el futuro
- Planificar la jubilación
- Iniciar un negocio
O puede que tengas en mente algo totalmente distinto. En cualquier caso, un plan financiero te proporcionará un mapa realista para conseguirlo.
El valor de empezar pronto
Aunque tomarse el tiempo para establecer un plan financiero es un ejercicio valioso independientemente de la edad, en realidad puede ser más valioso cuanto más joven eres.
Cuanto antes empieces, más oportunidades tendrás de que tu dinero crezca con el tiempo. Esto es cierto cuando empiezas a ahorrar e invertir para objetivos a largo plazo como la jubilación.
Para poner esto en perspectiva, digamos que a los 30 años decides empezar a invertir $500 cada mes en un fondo. Si el fondo obtiene una tasa de rendimiento anualizada del 6% cada año hasta que te jubiles a los 67 años, tendrá unos ahorros de más de $815.000.
Ahora, imagina que estableces un plan financiero y empiezas a invertir la misma cantidad cuando tiene 25 años. Si todo lo demás permanece igual, el simple hecho de empezar cinco años antes, tendrás $1.134.000. Has gastado $30.000 más en ahorros, pero tendrás $320.000 más en la jubilación.
La mayoría de los planes financieros incluyen recomendaciones sobre diversas formas de seguros, como el seguro de discapacidad y el seguro de vida, que están diseñados para proteger tus ingresos y a tu familia.
En general, cuanto más joven y sano seas cuando compres la cobertura, menos caras serán tus primas. Y, si puedes fijar tu tarifa cuando compres la cobertura, podrías acabar obteniendo más cobertura a un mejor costo que si esperas hasta que seas mayor.
No es algo que se fija y se olvida
Tu plan financiero no es algo que debas definir una vez y no volver a tocar. Revisa tu plan financiero por lo menos una vez al año. Es importante revisarlo periódicamente para comprobar tu propio progreso y ver si hay que ajustar algo. Al fin y al cabo, es probable que tu situación financiera y tus objetivos personales cambien a lo largo de los años.
Otros momentos en los que tiene sentido revisar tu plan financiero son cuando cambian tus metas, cuando cambian tus ingresos, cuando quieres formar o ampliar tu familia, cuando cambian tus planes de jubilación o cuando recibes una ganancia inesperada, como una herencia o una bonificación grande.
No tienes que hacerlo solo
Si te intimida la idea de elaborar un plan financiero por tu cuenta, puedes considerar la posibilidad de trabajar con un asesor financiero que te ayude en cada paso del camino.
Un asesor financiero empezará haciéndote una serie de preguntas sobre tu situación financiera actual y los objetivos que te gustaría alcanzar:
- ¿Qué es lo que más quieres de tu vida?
- ¿En qué estás dispuesto a comprometerte?
- ¿A qué no estás dispuesto a renunciar?
- ¿Cómo es tu presupuesto actual?
- ¿Esperas que tu salario cambie (ya sea hacia arriba o hacia abajo) a corto o a largo plazo?
A continuación, utilizarán esta información para elaborar un plan financiero exclusivo para ti, en el que se indiquen los pasos clave para llegar a tu destino.
Fuente: Northwestern Mutual