Recomendaciones de las madres para tener unas buenas finanzas

Recomendaciones de las madres para tener unas buenas finanzas

General

Las mamás son expertas en la administración de las finanzas de la familia. Ellas son las encargadas de promover el buen hábito del ahorro, gestionar correctamente los gastos en el día a día y planificar su uso para alcanzar las metas familiares. Las mamás saben cómo adaptar la economía del hogar de la mejor manera de acuerdo con las circunstancias.

En América Latina, los hombres siguen teniendo más capacidad de ahorro que las mujeres, pero, cuando ellas toman las riendas de los recursos financieros del hogar, su gestión suele ser más eficiente. De acuerdo con el informe Determinantes Socioeconómicos de la Educación Financiera, realizado por CAF, las mujeres en América Latina siguen teniendo menores niveles de educación financiera que los hombres, pero cuando controlan las finanzas del hogar, suelen tener menor aversión al riesgo, vigilan personalmente sus finanzas y son más propensas a planificar en función de metas financieras de largo plazo.  Ellas han desarrollado buenos hábitos financieros a lo largo de los años y estos contribuyen a mejorar la calidad de vida de la familia.

Por el mes de la madre, te dejamos una recopilación de frases o recomendaciones de nuestras madres que nos han ayudado y seguirán ayudando para que nuestras finanzas personales sean exitosas.

 

  1. ‍‍“El dinero no crece en los árboles”

Recuerdas que no siempre te compraba todo lo que querías o le pedías, ¿sabes por qué? Porque tu mamá sabía cuánto podía gastar y en qué. Este consejo de nuestras madres nos ayuda a tener los pies en la tierra y no gastar pensando que de algún lado mágico llegará el dinero.

Todos sabemos, en especial ellas, que tener una visión de tus finanzas personales te permitirá controlar inteligentemente tus gastos y tener prioridades financieras. Para ayudarte puedes aplicar una de las técnicas para gestionar tu presupuesto, llamada la regla 50-40-10, un método para distribuir los ingresos al comienzo de mes que se basa en dividir el 50 % para los gastos más básicos, el 10 % para ahorros y el 40% para los gastos personales.

 

  1. ‍“El que paga lo que debe sabe lo que tiene”

Para nadie es un secreto que las fuentes de deuda más frecuentes suelen ser las tarjetas de crédito y los préstamos. Estos productos son importantes porque proporcionan una cantidad inmediata de dinero que podría ser difícil obtener de otra manera; además de esto, te permiten atender emergencias, comprar algo que necesitas, y alcanzar metas financieras.

Aprender a manejar adecuadamente la deuda es un factor importante para encontrarse en una buena situación financiera y es aquí donde aplica este dicho de mamá, porque es muy posible que en medio de tantos gastos no planificados, la plata que recibas te alcance cada vez menos por estar tapando huecos financieros y cuando te des cuenta, la situación sea inmanejable.

 

Como dirían ellas, “a pagar lo que se debe”, sobre todo porque cuando llegamos a la vida adulta nos toca asumir las consecuencias de nuestros actos y el incumplimiento puede generar reportes de crédito negativos. La opción para salir de un sobreendeudamiento puede ser ir pagando las deudas más pequeñas, saber realmente cuánto dinero tienes libre y hacer un plan de pago que te permita tranquilidad financiera.

 

  1. ‍“Cuidado tu ingreso se convierta en plata de bolsillo”

Cuando una mamá se pone una meta, hace todo lo que esté a su alcance para llegar a ella. Pagar el colegio cada mes, ahorrar para las vacaciones o terminar de pagar la casa, es posible gracias a que tiene un plan y evita gastar el dinero en cosas que no necesita, además de conocer los beneficios de ahorrar a corto, mediano o largo plazo, y para eso hace un buen uso del dinero.

Ella nos ha enseñado que desde que recibimos la plata debemos dividirla en montos para las responsabilidades y que ese dinero es intocable, una práctica esencial para evitar gastar en cosas innecesarias lo que ya está comprometido y que el salario se convierta en plata de bolsillo, es decir, de fácil acceso para gastar en lo que se nos aparezca en el camino.

 

  1. ‍“No pongas todos los huevos en la misma canasta”

Puede que suene extraño, pero no hay algo más financiero que este consejo de una madre, y aplica para tus inversiones. A la hora de invertir tu dinero, todos los expertos financieros aconsejan no hacerlo en un solo producto, sino diversificar la inversión con el firme objetivo de asumir el menor riesgo posible y lograr la máxima rentabilidad.

Los mercados financieros son variables y a ciencia cierta nadie puede saber lo que va a ocurrir en el futuro, la estabilidad del sistema financiero se puede ver afectada por innumerables factores, así que una gran opción siempre será tener tu dinero en diversas canastas u opciones financieras.

 

  1. “No eches tu dinero en saco roto”

Esta es una de las frases que seguramente seguirás escuchándole a mamá. Echar el dinero en saco roto tiene que ver, por ejemplo, con comprar en exceso, sobreendeudarte con tus tarjetas de crédito, tener muchos gastos fugaces e innecesarios, no ahorrar ni invertir para tu futuro, pedir préstamos que no podrás pagar, etc.

 

  1. “Tú puedes hacerlo / Nunca te des por vencido”

Cuando una mamá se pone una meta, siempre llega a ella. Pagar la colegiatura cada mes, ahorrar para las vacaciones o terminar de pagar la casa es posible gracias a que ella conoce los beneficios de ahorrar a corto, mediano o largo plazo. Así que piensa en tu futuro, visualiza cómo te gustaría verte en unos años –cuando tengas la edad de tu mamá- y cómo a través del ahorro podrás cumplir más fácilmente tus metas financieras y de vida.

 

  1. “Cuando tengas hijos lo entenderás”

La mejor de las frases de nuestras madres para el final. Piensa cuántas veces le escuchaste decir esto, muchas, ¿cierto? Y es que brindar educación a los hijos, tener el control de los gastos de la familia, llevar buenas finanzas personales, entre otras actividades dentro y fuera del hogar, no ha sido tarea fácil para ellas.

Si tienes familia quizás hayas visto de cerca la importancia de las palabras y la gran responsabilidad que tienes sobre la crianza de tus hijos, independiente de que seas madre o padre, tus enseñanzas repercuten directamente en su vida y futuro. Así que aprender a darle un buen manejo a nuestras finanzas personales desde niños es importante para alcanzar las metas.

 

Fuente: https://www.tributi.com/mis-finanzas-personales/consejos-de-las-madres-para-tener-unas-buenas-finanzas

Consejos financieros para madres

Consejos financieros para madres

General

Estamos en el mes de las madres y qué mejor oportunidad para aportar en su día a día el conocimiento necesario para que las finanzas de mamá y del hogar sean exitosas. Ellas cuentan con un talento innato para sacarle provecho a todo y no es coincidencia. Ser líder del hogar es una gran responsabilidad y con estos consejos financieros te será mucho más fácil ser una experta en finanzas.

 

  1. Elabora un presupuesto

Parece fácil, pero es una de las labores más importantes y complicadas de realizar. Elaborar un presupuesto te será de utilidad para lograr una estabilidad y detectar todos aquellos gastos que nos impiden ahorrar. En este presupuesto incluye los gastos más relevantes: comida, cuentas, educación de los hijos, útiles escolares, gastos médicos y guarda un poco para los imprevistos. Dentro de este presupuesto también debes agregar los gastos de diversión y entretenimiento, que, aunque no sean muy frecuentes, es necesario que tengas conocimiento y separes mensualmente un poco de dinero para cubrirlos.

Toma un papel y un lápiz, o tu computadora o celular y registra de forma detallada todos tus ingresos y gastos para que visualices lo que tiene prioridad (alimentos, colegiaturas, medicinas, transporte, etc.), cuáles resultan innecesarios y las deudas.

C, lo recomendable es que dentro de tu presupuesto también contemples fondos de ahorro para emergencias, retiro, y un fondo para la educación de tus hijos, etc.

 

  1. Cuida los gastos hormiga y compras por impulso

Los gastos hormiga y compras por impulso pueden ponerte en aprietos, ya que de por más pequeños que sean, pueden hacer ruido en las finanzas personales, así que es mejor reducir o eliminar este tipo de gastos.  Evita adquirir objetos innecesarios para ti o tus hijos, seguro este ahorro se reflejará en tu presupuesto.

 

  1. Usa las tarjetas de crédito con inteligencia

Conviértete en una clienta totalera: paga el total de tu consumo a la fecha de pago para no generar intereses y aumentar la deuda. Recuerda que el plástico no es una extensión de tu sueldo o presupuesto.

 

  1. Respeta tus ahorros

Como mamá, el tener finanzas personales saludables es muy importante para tu bienestar y el de tu familia, por lo que separar dinero para cualquier emergencia, vacaciones, la escuela, Navidad, etc. es muy recomendable. Sé disciplinada en tus decisiones respecto a tus ahorros, anima a tu familia a ayudarte a hacerlo, así no desbalancearás la economía familiar y podrás dormir con la tranquilidad de hacer lo posible para garantizar la seguridad financiera de quienes dependen de ti. Incluso, puedes empezar a separar dinero para tu retiro.

  1. Piensa a futuro, cada vez está más cerca

Ser mamá conlleva muchas responsabilidades, entre ellas está predecir el futuro. Pensar en tu bienestar y el de la familia a futuro, es una tarea que mamá debe tener presente, el tiempo avanza cada vez más rápido, la universidad de los hijos, vivir una vida digna en la vejez, posibilidades de inversión y los gastos que se avecinan no tienen por qué atormentarnos. Si nos pactamos una meta financiera a largo plazo, podremos estar preparados ante cualquier contingencia, la opción recomendada por los expertos en finanzas es realizar una inversión que nos garantice retribución económica.

 

  1. Construye un fondo de emergencias

Un fondo de emergencias consiste en contar con una cantidad de dinero que te proteja a ti y a tu familia ante cualquier adversidad, pero ojo; debe usarse solo ante una verdadera emergencia. Si destinas una parte del sueldo familiar a este fondo, podrás estar más tranquila de cara a los imprevistos.

Los expertos recomiendan tener la cantidad suficiente para 3 a 6 meses, parece mucho tiempo, pero puedes empezar de a poco. Lo más complicado es empezar con este hábito, ya verás como se convierte en una rutina y qué tan beneficioso resulta.

Es decir, que al momento en el que se presente el imprevisto puedes solucionarlo fácilmente, lo recomendado es contar con dinero en efectivo, pero otra opción es una cuenta corriente.

Reconocer cuando es un gasto urgente es una característica fundamental al momento de utilizar el fondo de emergencia, por lo general los gastos urgentes son: Salud, daños en el hogar, arreglo de los vehículos, un despido laboral o un déficit económico en casa.

 

  1. Invierte tu dinero

¿Para qué invertir? La razón más simple y más llamativa es para no tener que trabajar por el resto de tu vida. Si ya cuentas con ahorros, lo mejor que puedes hacer es invertir ese dinero para que no pierda su valor con el paso del tiempo, debido a la inflación. Invertir tu dinero te permitirá generar rendimientos. Investiga sobre diferentes tipos de inversión y trata de entender a fondo cómo funcionan los instrumentos que más te llamen la atención.

No tomes decisiones apresuradas y empieza con inversiones pequeñas, seguras y muy diversificadas. Recuerda que ahorrar para el futuro de tus hijos y enseñarles la importancia del ahorro y la inversión es parte importante de ser mamá en el mundo moderno.

 

  1. Aprende sobre finanzas

Invierte tiempo en tu educación financiera, lo puedes hacer incluso con tus hijos, para tomar mejores decisiones en el manejo de tu dinero. Para tener unas finanzas sanas, puedes empezar por adquirir conocimientos y habilidades básicas para administrar mejor los recursos, incrementar y proteger el patrimonio con la ayuda del uso adecuado y responsable de los productos y servicios financieros

Edúcate leyendo sobre finanzas personales un par de horas a la semana y pon en práctica todo lo que aprendas.

Es muy importante para que puedas enseñarles eso a tus hijos y crezcan con buenos hábitos financieros. La prioridad es tener unas finanzas familiares sanas y buscar el bienestar financiero del hogar.

Finanzas Femeninas: aprovechar nuestras fortalezas

Finanzas Femeninas: aprovechar nuestras fortalezas

General

Autora: Lourdes Hernández

¿Existen las finanzas femeninas? La respuesta es sí.

Las mujeres manejamos la economía del hogar de una forma diferente a los hombres. La clásica frase “ahorros de cocinera”, aunque suena machista, tiene algo de fondo. Las mujeres por naturaleza guardamos algo de comida para el hijo que llegará más tarde, los tallos de las verduras para un estofado y las sobras para la mascota.

En temas de dinero, aunque trabajemos y ganemos más que el esposo, nos ahorramos algo de monedas en la compra de víveres, comparando precios. Cuando compramos ropa -una gran debilidad de la mayoría de nosotras- vemos la forma de compensar luego ese gasto.

Con tiempo buscamos regalos de cumpleaños, navidad, matrimonio, para encontrar calidad y precio.

Damos prioridad a la salud de nuestros hijos y familiares, antes que a la nuestra.

A la hora de invertir lo hacemos con más cautela que los hombres. Para nosotros, con el dinero no se juega.

Estas características de “finanzas femeninas” nos han puesto en la mira de las instituciones financieras desde hace años y nos otorgan crédito con más facilidad que, por ejemplo, a los hombres solteros.

¿Qué hacer para superar las debilidades y aprovechar las fortalezas de nuestro estilo de manejo de dinero?

Tener más seguridad en los temas financieros: ser titular de la tarjeta de crédito y tener nuestra propia cuenta de ahorros nos da control sobre nuestras finanzas. Existen casos como el de Paula, de 39 años, que gana un sueldo más alto que el de su marido, pero no tiene cuenta bancaria. Todas están a nombre de él.

Dar prioridad a nuestra salud: cumplir con los controles médicos, hacernos exámenes y seguir una rutina de ejercicio. Si caemos enfermas, vamos a perjudicar a toda la familia.

Tener seguridad financiera pensando en el futuro: según datos de Global Findex, al 2021, el 65% de los 1.700 millones de personas aún no bancarizadas, son mujeres. Y en Latinoamérica, una de cada dos, no tiene cuenta bancaria.

Al mismo tiempo, según una encuesta de US Bank, aunque las mujeres trabajan y ganan cada vez más dinero, se comprometen poco con sus finanzas personales.

Lo cierto es que vivimos más que los hombres, por lo cual, un 65% del patrimonio financiero de la familia va a llegar a nuestras manos. Ese “poder” es mejor aprender a manejarlo desde antes. Y si sucede lo contrario, que heredaremos deudas, hay que actuar cuanto antes.

Asociar dinero con tranquilidad: el 47% de las mujeres asocia el dinero y las finanzas con emociones negativas como miedo, ansiedad, carencia. El 69% de los hombres asocia la gestión del dinero con palabras positivas como felicidad, orgullo, entusiasmo. Es necesario cambiar nuestras creencias de siglos y dar el salto. Tomar talleres de educación financiera, rodearse de una comunidad de mujeres prósperas y aprovechar la tendencia del consumo responsable porque ahí está nuestro fuerte.

Fuente: galeria.montevideo.com.uy

Consejos financieros de un estudiante universitario a otro

Consejos financieros de un estudiante universitario a otro

General

Autora: Ana María Velasco

Para muchos la vida universitaria es nuestro primer paso a la independencia, especialmente en términos económicos. Esta nueva etapa de nuestras vidas puede ser muy abrumadora ya que además de lo académico, tenemos nuevas responsabilidades. Es la primera vez que vivimos solos y por ende nos debemos preocupar por cosas que antes no lo hacíamos. Estas cosas pueden incluso ser muy pequeñas como pagar la electricidad o el wifi, pero aun así son importantes. El manejo de nuestras finanzas es algo nuevo para nosotros por eso aquí te comparto algunos consejos para el mejor manejo de tu dinero:

 

  1. Crea un presupuesto

Lo más importante para organizar nuestras finanzas es saber de dónde vienen nuestros ingresos y en que nos vamos a gastar ese dinero. Al hacer un presupuesto podemos administrar nuestro dinero. Por ejemplo, podemos ver a donde se están yendo nuestros ingresos.

 

  1. Balancear la diversión con la responsabilidad

La vida universitaria conlleva mucha libertad y al ser jóvenes nos queremos divertir. Para mí disfrutar y divertirme en esta nueva etapa de vida es algo muy importante, pero no hay que olvidarnos de tener un balance. No podemos gastarnos el dinero de la renta por irnos de fiesta.  Para esto debemos tener claros cuales son nuestros límites y saber cuánta diversión podemos tener mientras cumplimos con nuestras responsabilidades.

 

  1. Aprovecha ser un estudiante

Los estudiantes tenemos muchos beneficios. Por ejemplo, tenemos descuentos en diferentes lugares como el cine o los museos. ¡No olvides que tu tarjeta estudiantil es tu mejor aliado y te puede ayudar a ahorrar mucho! Los estudiantes también nos ayudamos mutuamente. En vez de comprar un libro de clase nuevo, compra uno usado de tus compañeros que ya cursaron esa clase.

 

  1. ¡Trabaja!

Por último, los estudiantes también podemos trabajar. Hay muchos trabajos que buscan universitarios como tú para trabajar a medio tiempo. Estos son incluso muy flexibles con tus horarios de estudio. ¡Al trabajar no solo ganarás experiencia laboral sino también un ingreso más!

 

La alfabetización financiera crece de manera desigual

La alfabetización financiera crece de manera desigual

General

Autora: Lourdes Hernández

 

¿Qué es alfabetizar financieramente? Es dar los conocimientos básicos para manejar bien el dinero, los productos financieros y lo que significa cada uno de éstos.

 

Un concepto más técnico indica que, “alfabetización financiera es el nivel de comprensión de conceptos y productos financieros de las personas, así como su habilidad y confianza para tener conciencia de los riesgos y oportunidades financieras, para tomar decisiones informadas y ejecutar acciones que mejoren su bienestar financiero”.

 

En Ecuador ha aumentado la alfabetización financiera a través de los programas de educación financiera, en los últimos años. Sin embargo, aunque hay nuevos cursos y talleres en los colegios y universidades y en empresas y organizaciones; hay sectores donde no llegan los conocimientos básicos para manejo de dinero.

 

Cuando se hace la pregunta: ¿Quién te enseñó a manejar el dinero? Una gran mayoría dice que nadie. O habla de sus padres, en el mejor de los casos.

 

Y aún si se ha recibido un taller de finanzas personales, esa única experiencia no basta para “alfabetizarse” y menos para tomar las riendas y ajustar la economía personal.

 

¿Cuáles son aquellos sectores que no reciben educación financiera?

 

Muchísimos colegios fiscales y municipales, por ejemplo, a los que por el estricto currículo del Ministerio de Educación, no hay ni la voluntad ni el tiempo para incluir temas como manejo del crédito, hacer un presupuesto, planificación financiera, ahorro y gestión de emprendimientos.

 

Esto ha creado una brecha inmensa entre los estudiantes con más ingresos y aquellos con menos ingresos, porque justamente estos últimos son los que menos conocimiento tienen del manejo del dinero y más se dejan llevar por el hiper consumismo y los “encantadores de serpientes” o usureros, permitiendo que caigan en el despeñadero del fracaso financiero traducido en sobreendeudamiento, estafa y búsqueda de dinero fácil y -lo peor-, ilegal.

 

Igualmente, existen fábricas, industrias, organizaciones con muchísimos trabajadores en su nómina, que no incluyen dentro de su capacitación, la de las finanzas personales, y que por lo tanto no miden los riesgos, pierden las oportunidades y caen en malas decisiones financieras para ellos y sus familias.

 

¿Cómo evitar seguir fallando a estos sectores? Emprender una campaña masiva de educación financiera, de largo plazo, que alcance a niños, jóvenes y adultos desatendidos, los cuales se beneficiarían mayormente de recibirla.

 

Hay una tarea inmensa que emprender como objetivo principal de instituciones financieras, escuelas, colegios, universidades, de empresas públicas y privadas, y de la legislación educativa. No hay tiempo que perder.

 

Fuente: Naas Modan, K12dive.com – Educar Chile – Diario El Comercio

4 ideas sobre qué hacer con tu devolución de impuestos

4 ideas sobre qué hacer con tu devolución de impuestos

General

Recibir un reembolso de impuestos es una de las pocas ventajas que conlleva la presentación de la declaración de impuestos. Qué hacer con tu devolución de impuestos depende de tus objetivos y prioridades. Conoce algunas ideas inteligentes sobre qué hacer con tu devolución.

 

  1. Date un capricho

Guardar una parte de tu devolución para un derroche no sólo es bien merecido, sino que también puede ayudarte a mantener el rumbo de tus otros objetivos. Tanto si se trata de una cena elegante como de una salida con los amigos, tu devolución puede utilizarse para algo divertido sin tener que echar mano a tu presupuesto diario. De hecho, siempre que recibas algún tipo de ganancia inesperada, considere la posibilidad de reservar un porcentaje para gastos discrecionales, de modo que puedas disfrutar de parte de ese dinero ahora, además de utilizarlo para otros objetivos.

 

  1. Ahorra para una meta

Un reembolso de impuestos puede ser una buena manera de empezar a ahorrar para una meta mayor. Por ejemplo, tal vez estás deseando hacer un viaje al extranjero o estás pensando en cambiar tu vivienda actual por la casa de tus sueños. O tal vez sólo necesites aumentar tu fondo de emergencia para estar preparado para cualquier gasto inesperado.

Sea cual sea el objetivo, el primer paso es reservar algo de dinero para ello. Si se trata de una meta a corto plazo, es decir, algo que quieres lograr en unos pocos meses o años, considera la posibilidad de poner el dinero de tu meta en una cuenta de ahorro, donde será más fácil acceder cuando lo necesites. (Considera la posibilidad de separarla del banco en el que tienes tu cuenta corriente principal, para no tener la tentación de transferir el dinero de tus ahorros a tu cuenta corriente).

Si está ahorrando para una meta a largo plazo, como el pago inicial de una casa más grande que quieras comprar en los próximos 10 años, considera la posibilidad de ahorrar para ello en una cuenta de inversión, donde tu dinero puede crecer potencialmente más rápido. Un asesor financiero puede ayudarte a determinar la mejor manera de ahorrar y hacer crecer tu dinero en función de tus metas y plazos.

 

  1. Paga cualquier deuda de alto interés

Te ayudará a progresar en tus metas financieros al mismo tiempo que gestionar tus deudas, así que considera la posibilidad de utilizar tu reembolso para eliminar algunas deudas de alto interés, como una deuda de consumo que suele ser más cara. Al reducir o eliminar la cantidad que pagas en intereses cada mes, estás liberando efectivo futuro en tu presupuesto. Ese dinero puede ser liberado para poner en otras metas más divertidas.

 

  1. Aumenta tus ahorros para la jubilación

Incluso si ya estás ahorrando dinero para esta etapa de tu vida, nunca está tarde para incrementar tus ahorros en tu fondo de retiro. Porque cuanto antes empieces a ahorrar, más tiempo tendrás para aprovechar el crecimiento del interés compuesto.

Si tienes $20.000 dólares en un fondo para el retiro que crece a un hipotético 6% anual, en 20 años tendrá más de $64.000 dólares en esa cuenta, si no añades ni un centavo más en el fondo. Pero si aumentas esa cantidad a $22.000 dólares, tendrás más de $70.500 dólares en ese mismo plazo.

 

Por supuesto, la forma en que decidas utilizar tu reembolso depende realmente de tu situación y de lo que estés tratando de lograr. Puede que tengas un objetivo concreto en el que te centres, y decides utilizar en esto tu devolución. O puedes destinar el dinero a varios objetivos, permitiéndote disfrutar de algo ahora y ahorrar para algo que disfrutarás en el futuro. El objetivo es encontrar el equilibrio entre todas las prioridades que tienes en tu plan financiero.

Conoce los riesgos asociados a una inversión

Conoce los riesgos asociados a una inversión

General

Cuando se trabaja para crear un patrimonio, es natural querer inversiones seguras con altos rendimientos. Pero la realidad es que “seguridad” y “alta rentabilidad” rara vez vienen juntas. Las inversiones de bajo riesgo suelen producir menos beneficios que las de alto riesgo. Y aunque las inversiones especulativas de alto riesgo pueden producir mayores rendimientos, asumir más riesgos también significa que es más probable que pierdas parte o incluso todo tu dinero.

Invertir es en gran medida una actividad de administración del riesgo. El objetivo es asumir un nivel de riesgo adecuado que equilibre tu situación personal con el rendimiento potencial que intentas conseguir. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de riesgos de inversión y cuáles son los diferentes tipos de riesgo que debes tener en cuenta?

 

¿Qué son los riesgos de inversión?

Cuando la mayoría de la gente habla de riesgo en la inversión, se refiere a la posibilidad de que una inversión pierda dinero. Aunque eso no es incorrecto, tampoco es del todo exacto. Las inversiones demasiado seguras también pueden ser arriesgadas porque la inflación puede hacer que pierdan valor con el tiempo.

El riesgo se define como “cualquier incertidumbre con respecto a tus inversiones que tenga el potencial de afectar negativamente a tu bienestar financiero”.

En otras palabras, el riesgo es la incertidumbre. En una inversión de bajo riesgo (bonos), tienes bastante certeza sobre el precio que pagarás por esta y sobre el rendimiento que puedes esperar cuando te devuelvan tu dinero. Las acciones, en cambio, son ejemplo de inversiones menos seguras. Pero, históricamente, las acciones han tendido a producir un rendimiento medio más alto a largo plazo. Cuanto más riesgo asumas con cualquier inversión, mayor será la recompensa potencial que deberías esperar.

 

Riesgos asociados a una inversión

A continuación, te presentamos los principales tipos de riesgo asociados a una inversión:

 

  1. Riesgo de mercado

Este puede ser el riesgo más común para los inversores. Es simplemente el riesgo de que el precio del producto de inversión se mueva día a día, o incluso minuto a minuto.

Esta volatilidad puede ser un problema si te preocupan los movimientos de precios a corto plazo. En otras palabras, es un riesgo mayor si necesitas acceder a tus inversiones a corto plazo. Pero si no necesitas acceder a tu dinero de inmediato, puedes estar dispuesto a asumir este riesgo con el fin de ver un mayor rendimiento potencial en el tiempo.

 

  1. Riesgo de tipo de interés

El riesgo de tipo de interés está atado al riesgo de mercado. Esto se debe a que un cambio en las tasas de interés puede afectar al valor de los papeles de inversión.

El riesgo de las tasas de interés puede ser un factor si estás planeando comprar y vender bonos antes de que lleguen a su vencimiento. También puede afectar al precio de las acciones. Sin embargo, al igual que el riesgo de mercado, esto suele ser menos problemático cuando se planea mantener acciones y bonos para objetivos a largo plazo, ya que un horizonte temporal más largo tiende a suavizar las fluctuaciones a corto plazo.

 

  1. Riesgo de crédito

El riesgo de crédito se refiere a la posibilidad de que un prestatario no pueda cumplir sus obligaciones de préstamo y devolver la deuda. También se denomina “riesgo de no pago”.

En el caso de bonos corporativos, se debe prestar atención al riesgo de crédito, porque cuando se compra un bono corporativo, estás esencialmente prestando dinero a una empresa para obtener pagos de intereses a cambio. Como inversor, debes fijarte en factores como el flujo de caja y las calificaciones crediticias para hacerte una idea del riesgo crediticio de una empresa.

Cuanto mayor sea el riesgo de impago de un prestatario, mayor será el rendimiento que debes esperar obtener a cambio. Sin embargo, también estás sopesando esto con la mayor posibilidad de que la empresa pueda incumplir su deuda.

 

  1. Riesgo de inflación

Este es interesante porque es un riesgo asociado a los activos “seguros”. El riesgo de inflación se refiere a la posibilidad de que tus rendimientos no sigan el ritmo de la inflación, lo que podría traducirse en una pérdida de poder adquisitivo con el tiempo.

La inflación puede ser una preocupación importante para las inversiones más conservadoras, como el dinero en efectivo, los equivalentes al efectivo e incluso los bonos, que tienden a proporcionar un rendimiento total menor a lo largo del tiempo que los activos como las acciones. El riesgo de inflación es la razón por la que puede ser una buena idea asumir más riesgo con el dinero al que no tienes intención de acceder a corto plazo.

 

  1. Riesgo de liquidez

El riesgo de liquidez es una medida de la facilidad con la que puedes convertir tus activos en efectivo a un precio justo. En general, el efectivo, los equivalentes al efectivo, las acciones y los bonos se consideran activos relativamente líquidos porque existe un mercado para comprarlos y venderlos. Los activos duros, como los bienes inmuebles y los objetos de colección (entre otros), suelen considerarse menos líquidos (y, por tanto, tienen un mayor riesgo de liquidez) porque no siempre es fácil convertir rápidamente su valor en efectivo.

Por lo general, es una buena idea asegurarse de tener suficientes activos líquidos para cubrir tus necesidades inmediatas. Pero si no vas a necesitar tu dinero de inmediato, asumir un cierto riesgo de liquidez puede suponer una prima sobre los activos más líquidos y ayudar a aumentar el valor de tu dinero con el tiempo.

 

  1. Riesgo de divisas

Si tienes inversiones en el extranjero, el rendimiento de esas inversiones dependerá en parte del tipo de cambio entre las divisas. Si un tipo de cambio se mueve rápidamente en una dirección u otra, podría tener un gran impacto en las inversiones que tienes en ese país. Esto es el riesgo de divisas, también conocido como “riesgo de tipo de cambio”.

Aunque el riesgo cambiario puede tener un impacto negativo en las inversiones, también puede ocurrir lo contrario. Aquí es donde puede entrar en juego una cartera bien diversificada, que incorpore tanto inversiones nacionales como internacionales denominadas en divisas; estar diversificado te ayuda a gestionar los cambios en cualquier divisa.

  1. Riesgo político

El riesgo político se refiere a la probabilidad de que el rendimiento de una inversión se vea influido por los acontecimientos políticos. Esto puede incluir la inestabilidad política, los cambios inesperados de régimen, los resultados inesperados de las elecciones, las actividades militares, la introducción de nuevas leyes y reglamentos, etc.

Aunque el riesgo político puede provocar movimientos tanto en el mercado en general como en algunos segmentos de este, a veces este riesgo puede parecer más magnificado y relevante de lo que realmente es.

 

Gestionar el riesgo de inversión

En última instancia, la clave para gestionar el riesgo de inversión es elaborar un plan financiero bien diversificado y adaptado tu situación. Asesorarte al respecto con expertos en el tema es una buena decisión. Te pueden ayudar a incluir una combinación de inversiones tradicionales y no tradicionales que puedan ayudarte a hacer crecer tu patrimonio a lo largo del tiempo, acompañada de una buen gestión del riesgo.

 

Fuente: Northewestern Mutual

4 lecciones que los niños y jóvenes deben conocer para manejar la tarjeta de crédito con responsabilidad

4 lecciones que los niños y jóvenes deben conocer para manejar la tarjeta de crédito con responsabilidad

Crédito General

Autora: Lourdes Hernández

Cuando recibes tu primera tarjeta de crédito tienes una o las dos reacciones:

  1. ¡Tengo dinero! Invito a todos
  2. ¡Tengo dinero! Debo cuidarlo

Sin embargo, la tarjeta de crédito no es más dinero. Es un préstamo.

Es positivo que desde joven vayas construyendo tu historial crediticio, pero primero debes recibir una guía sobre la función de la tarjeta así como de los riesgos que hay que controlar para no tener problemas.

Aquí las cuatro lecciones que deben conocer niños y jóvenes para manejar la tarjeta de crédito con responsabilidad.

  1. Empezar por lo básico: debes saber que lo que compras con tarjeta de crédito tienes que pagar luego y a tiempo. No es un pase gratis para despilfarrar en compras que se salen de tu presupuesto. Como cualquier préstamo que te hacen, hay que pagarlo, y si lo haces cumplidamente tu nombre y prestigio quedan intactos. Adquiere estos hábitos antes de que llegue a tus manos la tarjeta.
  2. Cuidado con los intereses: cada día que te atrasas en pagar la cuota de la tarjeta, pagas dinero a la institución financiera. Mucho o poco, ese dinero es tuyo y te ha costado trabajo conseguirlo. No lo pierdas.
  3. Consumo responsable: distingue entre deseo y necesidad antes de comprar. Y registra cada gasto que hagas. El buen uso de tarjeta de crédito te da algunos beneficios, como mejorar tu score de crédito, lo cual te facilitará obtener préstamos más grandes e hipotecas en el futuro; puedes recibir puntos, kilómetros o millas; y sobre todo, recibes la tranquilidad de llevar en orden tus finanzas.
  4. Mostrar un buen comportamiento: así como tus padres te dan buen ejemplo de consumo responsable, también tú muestra con el ejemplo, a tus hermanos menores y amigos, tu buen comportamiento crediticio. Hay que hacer lo que se predica y no dejarse llevar por la presión de los pares.

 

Fuente: Northwestern Mutual

9 tips del manejo de tarjeta de crédito

9 tips del manejo de tarjeta de crédito

Crédito General

Autora: Lourdes Hernández

 

Los expertos recomiendan estos simples tips para el buen manejo de tu tarjeta de crédito:

  1. Analiza si tienes el dinero para comprar antes de usar la tarjeta. Recuerda que la tarjeta no es más dinero.
  2. Paga más del mínimo. Procura pagar el total del estado de cuenta.
  3. Difiere los pagos de acuerdo a la vida útil del bien. Aquello que dura poco, paga en corriente.
  4. Haz el seguimiento de tu estado de cuenta. Puede haber errores o gastos que no hiciste. Guarda los recibos y controla tus diferidos.
  5. Paga puntual y evita intereses de mora y cobranza.
  6. Pon un límite mensual a los avances en efectivo, y toma nota de lo que gastas con éstos.
  7. Averigua los costos de tu tarjeta: hay un fee mensual, te cobran seguro, plan dental, tienes puntos o millas.
  8. Limita el número de tus tarjetas a una. Máximo dos.
  9. No prestes tu tarjeta a nadie.

 

Deseos versus necesidades en tres momentos

Deseos versus necesidades en tres momentos

General

Autora: Lourdes Hernández

Para analizar los deseos y las necesidades te invitamos a vivir con tus hijos tres momentos:

Momento de reflexión:

Preguntas para empezar la discusión de Deseos versus Necesidades:

¿Anota y comparte qué cosas compraste recién?

¿Qué es salud financiera? Es entender el uso del dinero, cuidar tu dinero y tener lo suficiente para tus necesidades y deseos.

¿Cuál es la diferencia entre deseo y necesidad? Para los niños, necesidad es todo lo que les gusta: dulces, juguetes, ver tele en exceso, jugar hasta la noche sin comer. Poco a poco descubren que necesidad es aquello que les hace bien, comer sano, tener el amor de papá y mamá, tiempo para juego, tiempo para aprender y dormir.

Momento de aprendizaje:

Tener salud financiera no se trata de ser “rico”. Más bien se relaciona con ser estable financieramente, sin mayores altibajos, teniendo el dinero necesario para cubrir las necesidades y ciertos gustos que le dan color a la vida.

La diferencia entre deseo y necesidad es algo que los grandes entendemos.

Necesidad = cosas que necesito para sobrevivir.

Deseo = cosas que quiero tener, pero que no necesito para sobrevivir.

Está bien comprar “deseos”, pero analizando si realmente es un aporte de valor a tu vida y mejora tu bienestar. Y que además no ponga en riesgo tu estabilidad financiera.

Un café a media tarde se vuelve una necesidad porque de otro modo nos dormimos y no podemos trabajar. Pero un café con una torta de chocolate ya se vuelve un deseo. Ahí es el momento de poner en acción la voluntad, por ahorro y por salud.

Gastar de forma inteligente el dinero es sencillo. Se siguen estos pasos:

  1. Te preguntas: ¿necesito este producto o servicio?
  2. ¿Tengo el dinero para pagar?
  3. ¿Es amigable con el ambiente, es decir, es local, no contamina, no me hace daño?
  4. ¿Su marca es justa con el colaborador y la comunidad?

Si todas tus respuestas son afirmativas, tu compra es inteligente.

Evita el hiperconsumo para que tengas siempre cómo cubrir tus necesidades reales y además ahorrar para tus sueños e imprevistos.

IMPORTANTE: no pagues a crédito lo que debes pagar en corriente, por ejemplo, las compras de supermercado.

Momento de poner en práctica:

Anota todas las compras que harás esta semana, y escribe a un lado si es una necesidad o un deseo.

Si es un deseo, anota si vale la pena.

Todos los puntos que son “deseo” espera una semana más antes de comprarlos, o espera a tu cumpleaños. O bien, no los compres.

Diseña un cartel digital o impreso sobre un hábito que practicarás para asegurarte que gastas tu dinero de forma inteligente.

¿Qué cosas gratis puedes comer o hacer, y que sean divertidas?

Finalmente, anota cuánto ahorraste de posponer la compra de “deseos” y del canje por algo gratis.

Fuente: Janell Key. Project School Wellness

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