Finanzas en pareja

Finanzas en pareja

General Planificación y Presupuesto

Autora: Danna Cabrera

Hablar de finanzas con tu pareja no es muy común, sin embargo, es fundamental para que tu relación no termine en un fracaso y puedan lograr una estabilidad financiera.

Por ello, a continuación, algunos consejos que te podrán servir a relacionarte mejor con el dinero estando en una relación.

  1. Hablar sobre dinero con tu pareja

Tener una conversación sobre dinero con tu pareja es importante para fijar algunos compromisos o metas y lo primero que se debe hacer es preguntarse cómo van a gestionar sus gastos en pareja, cuánto dinero aportará cada uno, tienen sueños o metas que cumplir, tienen deudas pendientes, entre otras. Esta información es importante para determinar cuáles serán las reglas que van a seguir para llevar adecuadamente las finanzas en pareja.

  1. Establecer metas conjuntas

Determinar cuáles son sus metas a corto o largo plazo es importante para saber cómo se pueden alinear y trabajar juntos para conseguir cumplirlas, como, por ejemplo: viajar, comprar una casa, tener un fondo de emergencia o para su jubilación.

  1. Acuerdos

Luego de tener toda esta información, deberán llegar a un acuerdo, en donde cada uno este consiente del valor que va a aportar y cuáles serán sus responsabilidades financieras, además de determinar si mantendrán cuentas conjuntas o individuales más una cuenta conjunta para lograr diferencias sus gastos con los gastos en pareja.

  1. Ahorro y planificación conjunta.

El ahorro es muy importante y mas aun si desean cumplir metas juntos y no endeudarse, por ello se recomienda abrir un fondo de emergencia, en donde las dos personas aporten un valor específico para lograr cubrir cualquier imprevisto.

  1. Compromiso y confianza

Cada uno se debe comprometer a ser honesto con el manejo del dinero con el fin de mantener la confianza en la relación y un equilibrio en sus vidas.

 

Gestionar las finanzas con tu pareja puede ser un reto y un largo proceso de adaptación, pero con paciencia y dedicación pueden lograr que sus finanzas en pareja sean un éxito.

 

 

Qué hacer cuando tú y tu pareja son opuestos manejando el dinero

Qué hacer cuando tú y tu pareja son opuestos manejando el dinero

General

Seguro que has oído alguna vez la frase “los polos opuestos se atraen” para describir a algunas parejas. Pero, aunque al principio pueda resultar cierto para algunas relaciones, tener hábitos financieros opuestos puede acabar echando agua fría a su romance.

La buena noticia es que superar las diferencias económicas puede fortalecer la relación. La clave está en abordar el tema con empatía y con el objetivo de llegar a un punto medio. Acudan a estas conversaciones desarrollando una sensación de seguridad e intenta comprender realmente de dónde viene tu pareja.

Así que, si estás listo para tener una conversación sincera sobre finanzas con tu pareja, esto es lo que debes hacer cuando tú y tu pareja son opuestos en cuanto al dinero.

  1. Si ahorran y gastan de forma diferente

Si uno de los dos da prioridad al ahorro, mientras que el otro se gasta el sueldo con desenfreno, es posible que la pareja acabe discrepando sobre la mejor forma de manejar el dinero. Los desacuerdos sobre el dinero suelen ser profundos y derivan de las experiencias personales y de las creencias indirectas o directas que te enseñaron durante la infancia. Por ejemplo, alguien que creció en un hogar financieramente inestable puede sentirse más ansioso por conservar su dinero que alguien que creció en un hogar acomodado.

Para superar estas diferencias, un buen primer paso es determinar en qué se pueden poner de acuerdo, como pagar las facturas a tiempo o reservar una cantidad al mes para ahorrar juntos. A partir de ahí, considera la posibilidad de crear una cuenta compartida para los gastos de la casa, dejando también espacio para cuentas bancarias individuales en las que cada uno pueda ahorrar o gastar como mejor le parezca.

El que gasta debe tener cierta libertad, dentro de lo razonable, para guardar dinero y gastarlo en lo que quiera, y el que ahorra debe poder satisfacer sus necesidades guardando dinero para ahorrar en su propia cuenta.

  1. Si tienen sueldos de distinto tamaño

Cuando hay una gran diferencia entre los sueldos individuales (o si uno de los miembros de la pareja no tiene), las conversaciones sobre el dinero pueden estar cargadas de tensión. El miembro de la pareja que gana menos puede sentir que no contribuye lo suficiente a los ingresos del hogar, mientras que el que gana más puede sentir la carga de ser el sostén de la familia.

Pero, es importante no atribuir tu valor en una relación únicamente en función de tu poder adquisitivo individual. Al fin y al cabo, el miembro de la pareja que no gana tanto puede encargarse de la mayor parte del cuidado de los niños o de mantener el hogar funcionando sin problemas en el día a día. Aunque esto no cuente como “trabajo” en el sentido tradicional, es una forma de mantener a la familia. Puede haber contribuciones que no sean monetarias pero que contribuyan al bienestar general de la relación.

Si tú y tu pareja no saben cómo dividir las facturas debido a las grandes discrepancias en sus sueldos, pueden considerar los gastos desde una perspectiva porcentual. Eso significa que, si uno gana el 75% de los ingresos del hogar y el otro gana el 25%, entonces esa es la forma de dividir los gastos compartidos.  Esto puede valer la pena para asegurarse de que los costos de su hogar y estilo de vida compartidos no pesan más sobre la persona que gana menos. Recuerda: están juntos en esto.

  1. Si tienen diversas deudas

Aunque muchas parejas comienzan una relación con algún tipo de deuda, puede convertirse en un problema si uno de los dos evita la conversación.

La forma en que ambos gestionen sus deudas dependerá de cómo decidan combinar sus finanzas. Para algunas parejas, la deuda individual puede convertirse en “nuestra” deuda después de casarse, mientras que otras pueden decidir que cada miembro de la pareja gestione su deuda individualmente. No hay una respuesta correcta o incorrecta. Algunas personas creen que una vez que estás en una relación comprometida, todas las finanzas deben ser conjuntas, mientras que otras creen que las finanzas y las deudas pasadas deben mantenerse separadas.

Decidas lo que decidas, lo más importante es no juzgar a tu pareja. En lugar de eso, céntrate en crear un plan de pago y, si es necesario, en arreglar lo que condujo a la deuda en primer lugar. Por ejemplo, si la deuda es el resultado de un gasto excesivo, puede que sea el momento de revisar el presupuesto y controlar los hábitos de gasto improductivos. Si se debe a gastos imprevistos, puede que sea el momento de reforzar el fondo de emergencia.

Y ten en cuenta que no pasa nada si buscas ayuda para hacer frente a tus deudas. Un asesor financiero puede ayudarte a elaborar un plan estratégico de amortización, equilibrando al mismo tiempo otras metas financieras que tengan tu pareja y tú.

  1. Si uno de los dos es más práctico con las finanzas

En algunas relaciones, uno de los cónyuges suele encargarse de las finanzas de la pareja, bien porque le gusta más o simplemente porque conoce un poco más del manejo financiero. Pero, por otro lado, eso significa que el otro miembro de la pareja puede quedar al margen. El dinero tiene mucho que ver con el control. La persona que tiene el control del dinero generalmente tiene más control en la relación, y la otra persona no es un igual financieramente.

Tanto si estás planeando casarte como si tu pareja y tú llevan un tiempo juntos, es importante abordar el tema de frente para averiguar cómo quieren gestionar juntos su dinero. Es una conversación que asusta, porque te enfrentas a algo de lo que a la gente no le gusta hablar. La primera parte es identificar que hay un problema, y la segunda aprender a comunicar cuál es el problema, y eso puede ser un poco incómodo, porque es muy emocional.

Si se topan con obstáculos, un terapeuta de pareja o un asesor especializado en terapia financiera pueden ayudarles. Su asesor también puede ayudarte a analizar las distintas formas de compartir las responsabilidades financieras y lo que eso puede significar para su plan financiero global.

Al fin y al cabo, lo importante es el respeto mutuo. Puede que no estén de acuerdo con el 100% en todo, pero si saben escucharse y respetar sus necesidades individuales, pueden resolver sus diferencias financieras.

 

Fuente: Northwestern Mutual

Cuando el dinero sale por la puerta, el amor se va por la ventana

Cuando el dinero sale por la puerta, el amor se va por la ventana

General

Autora: Lourdes Hernández

 

“En las buenas y en las malas” son palabras que se escuchan el día de la boda.

Las buenas son muchas, pero siempre aparecen las malas, entre las que están la falta de dinero y los malentendidos y desacuerdos económicos.

Es tan común romper la relación por esta situación monetaria, que se ha acuñado la frase: cuando el dinero sale por la puerta, el amor se va por la ventana.

El primer impulso de ella, de él, o de los dos, es identificarse con esta máxima y aplicar una rápida escapatoria.

Pero las personas que nos gusta ir contra corriente, luchamos un poco más, encontrando maneras de solucionar el problema.

¿Qué hacer cuando vienen “las malas” en nuestra relación de pareja?

 

La pérdida de empleo: se trata de un sismo que impacta al interior de la familia. Sin embargo, las estadísticas muestran que todas las personas nos enfrentamos a un despido al menos una vez en la vida.

Si esto es tan común, no hay razón para hacer un drama, sentirnos fracasados o perder la ilusión de trabajar.

En la actualidad, es normal tener más de un trabajo o saltar de uno a otro. Un despido es parte de nuestro desarrollo laboral lo cual nos abre nuevas perspectivas.

Sea lo que sea, hay que actuar de inmediato. Enfrentar la palabra “despido” o “pérdida de empleo” de una vez y pasar la página.

Una indemnización sostiene la economía por un tiempo, así como tener el fondo de emergencia. Los expertos recomiendan que éste debe incluir al menos seis meses del valor del gasto familiar. Si se gasta 1000 dólares al mes, debe haber seis mil dólares en dicho fondo.

Además, es importante que nuestra pareja mantenga su empleo mientras nosotros nos lanzamos al mercado para conseguir trabajo. Puede que en principio sea una ocupación temporal para mantener los ingresos en alto. La pareja está ahí para ayudar “en las malas”, ofreciendo soporte e ideas para avanzar.

Vender empanadas en la esquina o directamente a la base de amigos y conocidos, es una opción. La valentía que eso conlleva tiene un premio al final del camino y es que nos hace más fuertes para enfrentar la vida y los futuros empleos.

Según Juan Diego Gómez, experto financiero y empresario exitoso, lo mejor que le pasó en la vida fue que lo despidieran porque encontró el verdadero rumbo de su vida.

 

La quiebra del negocio: lo primero es que hay que hacer es tranquilizarse y evaluar los daños. Además de la quiebra, ¿hay deudas pendientes?

Enfrentar a los acreedores es lo más sensato porque se minimiza el estrés y la ofuscación.

Ofrecer un plan de pago real a cada uno de ellos y a los colaboradores, es el paso siguiente.

Como empresario, es momento de poner cabeza fría y empezar de nuevo.

Casa adentro hay que aplicar la austeridad. Y adoptar este valor para la vida pues así lo exige el planeta y el sentido común.

La pareja y los hijos son importantísimos en este momento para colaborar con el reajuste. Está comprobado que quienes han pasado por esta situación, maduran positivamente y encuentran nuevas alternativas para su vida.

Si hay unión familiar durante el problema financiero, todos crecerán en orgullo y nunca nadie podrá separarlos.

 

Recordatorios de pago, llamadas de acreedores, descontrol: casi todas las familias han tenido que enfrentar cosas como:

Nos bloquearon la tarjeta. Me niegan un sobregiro. No hay plata para ningún gusto. Pague, pague, pague.

Son banderas rojas que no pueden ser ignoradas y que muestran un problema: existe sobreendeudamiento.

Es momento de sentarte en un sillón con tu pareja y analizar las señales que te llevaron al sobreendeudamiento:

  • Gastamos sin registrar a dónde va el dinero.
  • Usamos crédito para comprar comida y pagar servicios básicos.
  • Sacamos un crédito para pagar otros.
  • Usamos los ahorros para pagar deudas.
  • Dejamos de pagar unas deudas para cumplir otras.
  • Nuestros ingresos se van en pago de deudas.
  • Solo pagamos el mínimo de la tarjeta.

Hay mucho trabajo por hacer y en lugar de salir corriendo por la ventana hay que:

  1. Parar de gastar.
  2. No endeudarse más.
  3. Controlar y registrar cada gasto necesario. Cortar los deseos, gustos, lujos.
  4. Hacer un plan de pago hablando con cada institución financiera.
  5. Buscar más ingresos.

Fuente: welcometothejungle.com – cuidatufuturo.com

Guía para combinar las finanzas en pareja

Guía para combinar las finanzas en pareja

General

Casarse conlleva muchas decisiones maravillosas. Tienes que planificar la ceremonia y la fiesta, y soñar con las cosas que harán algún día como pareja. Una de las cosas que no suele ser la primera, la segunda o la vigésima de la lista es cómo manejarán sus finanzas. Y no pasa nada. Tal vez la prioridad es definir dónde irán de luna de miel. Pero cuando se dan el “sí, acepto”, se une todo en sus vidas, incluidas las finanzas.
Es importante comenzar a tener algunas conversaciones generales sobre el dinero que pueden ayudarte a ti y a tu pareja a comprender mejor cómo piensa cada uno desde el punto de vista financiero. Lo importante es empezar con pie derecho desde el punto de vista financiero para que puedan disfrutar de la mejor manera su vida en pareja.

Te damos una guía para parejas sobre cómo combinar sus finanzas:

1. Intimar financieramente
Casarse significa compartir con tu pareja experiencias que no compartirías con nadie más. Una buena relación significa ser vulnerable con el otro. Eso también se traslada a las finanzas.
Posiblemente han tenido alguna conversación rápida sobre el dinero. Pero ahora es el momento de conocerse realmente desde el punto de vista financiero. Antes de entrar en detalles, empieza la conversación compartiendo tus experiencias personales con el dinero. Gran parte de tus antecedentes financieros se establecen a medida que crecen, así que empiecen hablando de cómo el dinero ha desempeñado un papel en su pasado. ¿Tu familia era segura económicamente o tuvo problemas con el dinero durante tu infancia? ¿Qué te enseñaron sobre el dinero? ¿Las actitudes hacia el dinero eran generalmente positivas o negativas?
A continuación, analiza cómo esas experiencias pueden haber conformado tus valores monetarios y tu filosofía de gasto. Por ejemplo, ¿te estresa no tener cierta cantidad ahorrada? ¿O, por el contrario, sientes la necesidad de gastar el dinero una vez que lo tienes?
Una discusión sobre valores puede dar paso a una discusión sobre la situación financiera de cada uno. Asegúrate de compartir lo que cada uno aporta. ¿Tienes deudas? ¿De qué tipo y cuánto? ¿Estás ahorrando para el futuro? ¿Tiene un plan de jubilación? Si es así, ¿qué parte de tu sueldo ahorras? ¿Tienes alguna otra inversión? ¿Cuánto has ahorrado hasta ahora? Entender de dónde viene cada uno les ayudará a planificar mejor el camino para llegar a donde quieren estar.
Es importante que estas conversaciones se produzcan sin juicios de valor, sobre todo si alguno de los dos ha tomado decisiones de las que no se siente especialmente orgulloso. Tener toda la información al descubierto es la mejor manera de avanzar hacia sus futuros objetivos juntos.
Conviene que hablen de sus hábitos monetarios actuales. ¿Cómo controlan su dinero? ¿Les gusta llevar una hoja de cálculo detallada o prefieres comprobar de vez en cuando el saldo de sus cuentas? Hablen también de si les gusta gestionar las finanzas. Si uno de los dos tiene una afinidad natural por este trabajo, puede ser una buena idea dejarle tomar la iniciativa.

El objetivo de sus conversaciones es conocer mejor cómo piensa cada uno sobre el dinero. Esto puede ayudarte a ser más comprensivo con tu pareja y facilitar futuras conversaciones sobre el dinero. Asegúrate de que estas conversaciones se llevan a cabo con comprensión y apoyo, preparando el escenario para trabajar en colaboración en el futuro.

2. Establecer metas financieras compartidas
Las metas financieras incluyen cosas como pagar las deudas. También pueden ser muy divertidos; incluyen todas las cosas increíbles que harán juntos en el futuro. ¿Qué piensan conseguir? ¿Quieren tener hijos? ¿Quieren viajar con regularidad? ¿Les gustaría comprar una casa? ¿Quieren llevar a los niños de vacaciones todos los años?
Esta conversación les ayudará a establecer metas compartidas y un plan para alcanzarlas como pareja. Puede que encuentren puntos de acuerdo, como la meta común de viajar. Pero puede que haya otros puntos en los que tengan puntos de vista diferentes. Por ejemplo, no es raro que una persona quiera cubrir todos los gastos universitarios de sus hijos, mientras que otra está dispuesta a pedir un préstamo.
Los puntos de desacuerdo están bien. Pero es importante hablar de estas cosas por adelantado para conocer la postura de tu pareja y poder desarrollar un proceso para trabajar en las áreas de acuerdo y superar las diferencias.
A la hora de fijar objetivos, conviene agruparlos en categorías a corto, medio y largo plazo.

A corto plazo (1-4 años)A mediano plazo (5-10 años)

 

A largo plazo (más de 10 años)
Liquidar la deuda de la tarjeta de crédito

Crear un fondo de emergencia

Ahorrar para las vacaciones

Ahorrar para grandes compras (auto, muebles)

 

Ahorrar para el pago inicial de una vivienda

Pagar los préstamos estudiantiles

Obtener formación adicional o certificaciones profesionales

 

Crear un fondo para la universidad de los hijos

Comprar una segunda propiedad

Crear su propia empresa

Jubilarse en otra ciudad o país

 

3. Determinen cómo van a gestionar su dinero
Ahora es el momento de empezar a revisar realmente sus finanzas. Una de las primeras grandes decisiones es dónde ahorrar el dinero del día a día. Para responder a esta pregunta, tiene que decidir si quieren cuentas conjuntas, separadas o una combinación de ambas.

Ventajas e inconvenientes de las cuentas conjuntas
– Una cuenta conjunta: Con una cuenta conjunta, ambos pondrían sus ingresos mensuales en una cuenta compartida que se utiliza para pagar facturas y cubrir gastos. A muchas parejas les gusta esta opción porque simplifica el seguimiento al mantener todo el dinero en un solo lugar. También puede ser una buena manera de trabajar por objetivos comunes, sobre todo si una persona trabaja y la otra no. Sin embargo, tener cuentas conjuntas puede dar lugar a desacuerdos adicionales, ya que ambos tienen una visión de en qué gasta el dinero el otro.

– Cuentas conjuntas y separadas: Algunas parejas ingresan una determinada cantidad de dinero en una cuenta conjunta para cubrir gastos compartidos (como las facturas del hogar o los gastos de los hijos) y mantienen cuentas separadas para gastos personales o facturas que les gustaría mantener separadas (como préstamos para estudios, por ejemplo). Cada uno puede aportar el 50% a la cuenta compartida; o si hay una disparidad de ingresos que quieren tener en cuenta, pueden acordar porcentajes de aportación diferentes. Mantener cuentas separadas puede permitir a cada uno mantener un sentido de autonomía con sus gastos personales y proteger los activos individuales, pero también puede hacer que el seguimiento del dinero sea un poco más engorroso.

– Cuentas completamente separadas: Si prefieren no hacer ningún cambio en sus cuentas, cada uno puede mantener sus cuentas separadas y encontrar la manera de dividir las facturas. Otra posibilidad es dedicar los ingresos de una persona a los gastos mensuales y los de la otra a los ahorros.
Independientemente de la opción que elijan, también querrán establecer un proceso para gestionar el dinero de forma continuada. ¿Quién controlará el presupuesto? ¿Quién pagará las facturas cada mes? ¿Quién gestionará y controlará las inversiones y evaluará el progreso hacia las metas a largo plazo? A la hora de asignar estas tareas, ten en cuenta tus puntos fuertes e intereses. Si a uno de los dos le gusta más gestionar las finanzas, puede ser una buena persona para asumir el liderazgo.

Ahora que ya sabes dónde irá el dinero y quién lo controlará, es hora de poner las piezas financieras en su sitio.

– Fijen juntos un presupuesto
Hazte una idea de cómo gastarás en el día a día como pareja. Puede que uno de los dos, o los dos, ya sigan un presupuesto mensual, lo que puede ser un buen punto de partida para elaborar uno juntos. Si empiezas de cero, puedes elaborar fácilmente un presupuesto siguiendo estos pasos:
Sumen su sueldo neto. Suma tus ingresos y los de tu pareja (después de impuestos y retenciones). Esto es con lo que van a trabajar.
Sumen los gastos fijos. Haz una lista de los gastos esenciales que no varían de un mes a otro, como la hipoteca o el alquiler, los pagos del auto, las facturas del celular, etc. Esta es una gran oportunidad para buscar redundancias. Ahora que están casados, no necesitarán dos cuentas de Netflix. Tal vez puedas hacerte socio de un gimnasio con un plan de parejas o ahorrar dinero con un único plan de telefonía celular.
Establezcan un presupuesto para gastos irregulares. Tendrán que hacer un hueco en su presupuesto para los gastos que son esenciales para vivir pero que no son fijos cada mes. Por ejemplo, pago de impuestos, las reparaciones del coche o los regalos de Navidad. Lo normal es dedicar alrededor del 50% del presupuesto a gastos fijos e irregulares combinados.
Reserva dinero para contribuciones a metas financieras. Es probable que los sueños que tengan requieran ahorros para alcanzarlos. Lo normal es reservar alrededor del 10% del sueldo neto para ahorrar para metas futuras. Pero esta cantidad puede variar mucho en función de sus planes.
Calculen sus gastos discrecionales. Ahora es el momento de hacer cuentas: Resten los gastos fijos, las aportaciones para metas y los gastos irregulares de su sueldo neto total. Este es el dinero que les queda para gastar en impulsos, derroches, salir a cenar, las cosas divertidas de última hora. Saber que estás presupuestando tus gastos esenciales y tus metas debería darte un espacio para tener gastos de estilo de vida. Algunas parejas se dan una cantidad fija para gastar, máximo el 40% del ingreso neto.

– Creen un fondo de emergencia
Si aún no tienen un fondo de emergencia (o dos), empiecen a reservar dinero para gastos inesperados, como una reparación importante del auto, un gasto médico o cualquier otra cosa que no esperaban. Es una buena idea tener acceso a los gastos de tres hasta seis meses en caso de emergencia.

– Hagan un plan de ahorro
Fíjense en los objetivos que se pusieron y hagan cálculos aproximados para saber cuánto dinero necesitarán para alcanzarlos. A continuación, calcula cuánto deberían ahorrar cada mes para alcanzar esa meta. Esto es lo que querrán presupuestar mensualmente para ahorrar.
A continuación, analicen cómo van a gestionar esos ahorros. Los distintos instrumentos de ahorro producen beneficios diferentes, por lo que el destino de sus ahorros y el momento en que piensa disponer de ellos determinarán dónde quiere colocar el dinero.
Si están ahorrando para objetivos a corto plazo, como crear un fondo de emergencia, ahorrar para las vacaciones o comprar un coche nuevo, una cuenta de ahorro en un banco tradicional puede ser una buena opción para poder acceder fácilmente al dinero.
Si están ahorrando para objetivos a medio plazo, como el pago inicial de una vivienda, puede que les interese buscar opciones que permitan que su dinero crezca, como los certificados de depósito o incluso las inversiones.
Si están ahorrando para objetivos a largo plazo, como la jubilación, hay varias opciones, como tener un ahorro programado o un fondo de ahorro para el retiro.

4. Reevalúen sus necesidades de seguro
Ahora que están casados, querrán revisar sus seguros. Es probable que tenga algunas oportunidades y nuevos tipos de seguro que quieran considerar.
Seguro médico. En algunos casos, puede tener sentido seguir con un seguro individual a través del trabajo de cada uno. Pero, revisen las primas, las franquicias, el coseguro y los copagos de cada uno de sus planes de seguro, y luego determinen si tiene más sentido utilizar un plan familiar a través de uno de sus empleadores frente a llevar cada uno su propia póliza. A menudo, esto supone un ahorro. Además, un solo plan puede facilitar las cosas frente a tener que estar pendiente de dos.
Seguro de automóvil y de vivienda. El hecho de estar casado puede reducir las tarifas de los seguros de vivienda y automóvil. Pero esto también puede ser un buen momento para consolidar si tienen pólizas separadas. Puede que consigan una sola póliza que cubra todo lo que necesitan y les ahorre dinero.
Seguro de vida. Si hasta ahora no te habías planteado un seguro de vida, casarte es un momento clave para considerar la posibilidad de contratar una cobertura. El seguro de vida ayuda a proteger tus ingresos en caso de que fallezcas. Casarse significa que otra persona depende de esos ingresos. Además de la indemnización por fallecimiento, algunos seguros de vida acumulan valor en efectivo, que se convierte en una fuente de financiación que puede ayudarle con otros objetivos a lo largo de su vida.

5. Actualicen los documentos importantes
Combinar su vida financiera implica actualizar muchos documentos importantes. Esta lista les ayudará a asegurarse de los dos figuran como esposos en los documentos correctos.
Actualicen títulos y escrituras. Para asegurarse de que ambos tienen la propiedad legal y la autoridad para tomar decisiones sobre los bienes compartidos, querrán añadir el nombre del otro a cualquier bien que vayan a compartir.
Actualicen los formularios de beneficiarios. Cambien los beneficiarios de cualquier cuenta financiera existente, como pólizas de seguro de vida o cuentas de jubilación. Algunas otras cuentas financieras tendrán designaciones de transferencia en caso de fallecimiento o pagaderas en caso de fallecimiento que transferirán automáticamente la cuenta a quien figure en ella si falleces. Estas designaciones prevalecerán sobre el testamento, por lo que es importante mantenerlo actualizado para que refleje seos.

6. Establezcan un sistema de revisión periódica
La vida cambia y los planes también. Es posible que tengan un número de hijos diferente del que habían planeado en un principio o que uno de los dos haga un cambio importante en su carrera profesional que afecte al panorama general. Un buen plan financiero es flexible y puede adaptarse a los cambios que la vida les depare.
Sigan hablando de finanzas abiertamente y creen un proceso para revisar y ajustar su plan con regularidad. Tal vez hagan un seguimiento y revisen brevemente los gastos cada mes, o tal vez prefieran revisar todos los movimientos trimestralmente. El mejor plan es el que realmente van a seguir.
Cuando establezcan y mantengan juntos sus planes, no tengan miedo de pedir ayuda. Son conversaciones importantes y hay muchas variables en la situación financiera de una pareja. No pasa nada si no tienen todas las respuestas o no saben qué hacer. Los asesores financieros son expertos en estas áreas y pueden darles el apoyo que necesitan para crear la vida que quieren juntos.

Finanzas en pareja: ¿Cómo asegurarse de que ambos están en la misma página?

Finanzas en pareja: ¿Cómo asegurarse de que ambos están en la misma página?

Finanzas Personales General

Una de las ventajas de tener una relación es tener una pareja con la que compartes las responsabilidades del hogar. Pero, aunque sea bueno dividir las tareas de la cocina, limpieza y el cuidado de los niños, ¿hasta qué punto se reparten las tareas financieras?

Si son como muchas parejas, probablemente uno de los dos se encarga del dinero. En algunos casos, las parejas comparten un papel equitativo en la toma de decisiones financieras, y en otros gestionan las finanzas del hogar por igual.

Y aunque no es necesario (ni realista) que una pareja se encargue de todo, es importante que ambos participen activamente en la gestión de las finanzas. He aquí tres razones por las que las parejas deberían trabajar juntas en sus finanzas.

  1. Ayuda a que ambos miembros de la pareja se sientan capaces de manejar el dinero

Cuando uno de los miembros de la pareja está completamente al margen de las finanzas compartidas, esto puede provocar problemas en la relación en general. Una de las principales causas de divorcio o de ruptura son las peleas por dinero. Se trata de no estar en la misma página, de sentir que no tienes un asiento en la mesa o que no eres un socio igualitario. Tener voz y voto te pone en igualdad de condiciones.

Consejo: Si el dinero siempre ha sido un tema tabú con tu pareja o cónyuge, empiecen por sus experiencias personales en torno al dinero cuando crecían. ¿Hablaban de ello libremente con su familia? ¿Era una fuente de vergüenza o de orgullo? ¿Siempre se sintieron seguros económicamente mientras crecían o su familia tuvo problemas de dinero? Lo que te enseñaron (o no) sobre el dinero marcará tu forma de tomar decisiones financieras, así que es bueno que compartas tus experiencias con los demás.

  1. Ayuda a definir metas comunes

Probablemente, cada uno ha pensado mucho en su visión del futuro, pero ¿coinciden sus visiones? Tanto si quieres comprar una casa en cinco años, hacer crecer tu familia o irte de vacaciones a lo grande en seis meses, tienes que estar alineado en sus metas financieras antes de poder determinar los pasos necesarios para hacerlos realidad. No saber a dónde vas o hacia dónde te diriges dificulta las decisiones financieras del día a día.

Consejo: Si nunca han hablado de sus metas juntos, se recomienda discutir dónde se ven en un año, en cinco años y quizás incluso más allá. Una vez que hayan hablado de sus prioridades, pueden determinar cómo pueden contribuir los dos a mantener sus finanzas sanas en el día a día.

  1. Obliga a rendir cuentas

Cuando ambos saben cuáles son sus metas comunes, es mucho más fácil que se responsabilicen mutuamente.  Existen algunos ejemplos bastante malos en los que uno de los cónyuges ha acumulado decenas de miles de dólares en deudas de tarjetas de crédito, ya sea porque no estaban en la misma página sobre lo que estaban tratando de hacer, o porque era más fácil de ocultar.

 

Consejo: Lo que no quieres es que uno de los dos se quede con la obligación de tratar de salir de los errores de la otra persona: esa responsabilidad puede causar mucha tensión. Crea desconfianza en la relación. Así que sé abierto y honesto, y establece parámetros conjuntos. Cuando ambos son conscientes de cuánto deben gastar y ahorrar, es más fácil gestionar el presupuesto en equipo. Acordar que el gasto no puede superar un determinado umbral, en lugar de que alguien de instrucciones al otro sobre cómo gastar o le diga lo que tiene que hacer, crea un equilibrio.

 

Además, piensen en cuáles son los puntos fuertes de cada uno en lo que respecta al dinero. Está bien admitir que tu pareja es más fuerte que tú en ciertas áreas financieras, siempre que estén de acuerdo en cuál debe ser el objetivo final. La transparencia es lo más importante cuando se manejan las finanzas en pareja y, si están pasando por una situación difícil, establezcan un plan de pago emergente.

Ahorrador vs. Gastador: 5 maneras en que las parejas pueden superar sus diferencias financieras

Ahorrador vs. Gastador: 5 maneras en que las parejas pueden superar sus diferencias financieras

Ahorro General Planificación y Presupuesto

El dinero suele ser una de las mayores fuentes de conflicto en las parejas. Usualmente, uno tiende a ser más precavido con el dinero, mientras que otro es más propenso a derrochar. La mayor parte del tiempo, las parejas se equilibran mutuamente. Pero en los peores momentos, pueden terminar discutiendo o sacándose en cara decisiones financieras que han tomado.

Aunque tú y tu cónyuge hayan discutido sus cuestiones de dinero antes de casarse, es probable que las finanzas sigan siendo un tema emocional. Encontrar el terreno común para tomar decisiones, sobre todo, desde las vacaciones hasta el cuidado de los niños, puede requerir algo de trabajo extra y compromiso. Aquí hay cinco consejos que pueden ayudar a mantener la paz si tienes un gastador y un ahorrador en tu relación.

 

  1. Entiendan lo que el dinero significa para ti y para tu pareja

Todo el mundo aporta algún tipo de bagaje a sus relaciones, especialmente en lo que se refiere al dinero. Por eso, el psicólogo clínico Michael Tobin dice que es importante llegar a la raíz de lo que el dinero significa para ti.

“El dinero tiene múltiples significados para cada uno de nosotros”, dice. “Seguridad, libertad, poder y prestigio, vergüenza y pudor, autoestima, etc.”.

Especialmente si han crecido con antecedentes financieros muy diferentes, tú y tu pareja pueden ser opuestos en cuanto al dinero. Definir lo que significa el dinero para ustedes y compartirlo con el otro puede ayudarles a entender sus respectivos puntos de vista. Con el tiempo, es posible que sus percepciones individuales del dinero empiecen a acercarse.

  1. Cultiven el respeto mutuo

En lugar de centrarse en qué persona tiene el punto de vista “correcto” sobre el dinero, reconozcan que sus diferentes cualidades pueden mejorar su matrimonio. Intenten replantear lo que las palabras “ahorrador” y “gastador” significan para usted de forma positiva.

“Una forma de entender estas diferencias financieras es que una persona está orientada al futuro – el ahorrador – y la otra está orientada al presente – el gastador”, explica Tobin. “Hay aspectos positivos y negativos en cada enfoque”.

Trabajar juntos y apreciar las diferencias de cada uno también puede ayudar a fortalecer su relación.

  1. Compartan sus metas financieras

Hagan un esfuerzo genuino por entender las metas y hábitos financieros del otro. Reserva tus juicios y mantén la mente abierta sobre el punto de vista de tu pareja.

“Una relación tiene éxito cuando las necesidades de tu pareja son al menos tan importantes como las tuyas”, dice Tobin. “En otras palabras, cuando los principios rectores de su relación son el respeto, la comprensión mutua y un poderoso deseo de conocerse, entonces las diferencias pueden resolverse con éxito”.

Esta mentalidad, añade, te permitirá comprender la legitimidad de la posición de tu pareja.

 

  1. Practica escuchar activamente cuando discutan

Las conversaciones sobre el dinero pueden llegar a ser acaloradas. Cuando lo hagan, respira hondo y recuérdate que debes escuchar más que hablar. Tobin recomienda practicar la escucha activa, un ejercicio que puede suavizar las discusiones cargadas de emoción.

“Primero, expones tu posición. En segundo lugar, la otra persona escucha sin interrumpir y replica lo que ha oído”, dice Tobin. “A continuación, se afina el mensaje hasta que quede claro para ambos. Después, tu compañero hace lo mismo contigo”.

Si la conversación no se calma, acuerden hacer una pausa y volver a retomarla cuando ambos se hayan calmado un poco.

  1. Busquen ayuda externa si es necesario

Algunas parejas se encuentran en los extremos del gasto o del ahorro y no pueden hablar de dinero sin que haya conflicto. Por ejemplo, una de las personas puede tener miedo a gastar y, por ello, deja la vida en suspenso. La otra puede recurrir a los gastos impulsivos como liberación emocional, lo que puede llevar a un endeudamiento. Ambas cosas pueden perjudicar la relación. Un terapeuta financiero o de pareja puede aportar una presencia neutral que ayude a resolver sus conflictos y a profundizar en los motivos por los que el dinero sigue siendo un tema de conflicto.

 

Fuente: Northwestern Mutual

¿Qué hacer para no tener problemas de dinero con tu pareja?

¿Qué hacer para no tener problemas de dinero con tu pareja?

Finanzas Personales General

Autora: Lourdes Hernández

Aún si hablaron de dinero durante el noviazgo, o en los primeros años de matrimonio, hay que refrescar este tema cada vez que lo crean necesario. A continuación, cinco sugerencias a aplicar para llevarse bien en términos económicos:

  1. Pierde el miedo a hablar de dinero: es una forma de fomentar la confianza en la pareja. Agenden reuniones de una o dos horas máximo para elaborar un presupuesto que detalle gastos en común y personales.
  2. Dividan los gastos en partes iguales: pueden crear una cuenta en conjunto para los pagos o si una persona realiza un pago, que la otra le deposite su parte. En pareja no importa tanto quién gana más, pero sí que haya equilibrio en los pagos.
  3. Toma en cuenta a tu pareja: si tienes pensado hacer un gasto fuerte o tienes en mente un plan costoso, siempre pregunta la opinión de tu pareja. ¡El respeto al presupuesto ajeno es la paz familiar!
  4. Prepárense ante cualquier emergencia: los imprevistos ocurren, por ello es mejor tener una cuenta común para cualquier emergencia que se pueda presentar. Una firma conjunta es válida (y/o) en dicha cuenta.
  5. Establezcan metas: ya que son un equipo, deben buscar intereses comunes para ahorrar entre los dos; puede ser un viaje especial, la adecuación de la casa, comprar un coche o una vivienda, tener un bebé.

Fuente: Fintonic Mx

Temas económicos que pesan para el matrimonio que se separa

Temas económicos que pesan para el matrimonio que se separa

Finanzas Personales General

Autora: Lourdes Hernández

La frase “el divorcio es el peor negocio” es real en término económicos. Hay muchas razones para considerar que es un perder-perder, que afecta los bolsillos de las dos partes.

Por esto, si la pareja ha decidido la separación, debe intentar a toda costa lograr un buen acuerdo y quedar en paz.

A continuación, temas económicos que pesan sobre la pareja:

 

  1. Liquidación patrimonial de lo que incluye la sociedad conyugal, iniciando con un inventario de todos los bienes -aún si se trata de un solo bien. Aquí incluye dinero en cuentas bancarias e inversiones.
  2. Pago de las obligaciones financieras y tributarias que se tengan como sociedad conyugal, en el sistema financiero. Es decir, todos los préstamos que la pareja ha recibido y que están pendientes de pago; así como los impuestos que se adeuden.
  3. Pago de obligaciones e impuestos pendientes del trámite del divorcio.
  4. Pago de préstamos entre cónyuges, bajo contrato verbal o escrito.
  5. Reintegro de los bienes que no se venden, así como del dinero de lo que se vende, dividido por la mitad entre los cónyuges.
  6. Pensión alimenticia en caso de tener hijos, la cual determina el juez con las declaraciones de ambas partes.

 

Otros gastos a tomar en cuenta

 

Duplicación de gastos de vida

Muchos gastos se multiplican por dos a la hora de separarse: el arriendo o hipoteca, condominio, servicios básicos (agua, electricidad, internet, cable, gas, seguridad), alimentación, transporte si la pareja compartía el vehículo, taxi, Uber; empleados que laboran en la casa como asistente doméstica, jardinero.

En muchos casos, uno o los dos ex esposos, vuelven a vivir a casa de sus padres. Sin embargo, en poco tiempo buscan independencia, empiezan a vivir solos y entonces caen en cuenta de que un sueldo es insuficiente para costearse la vida.

 

Hijos

Cuando hay hijos en el matrimonio, los gastos se incrementan en especial en: alimentación fuera de casa; transporte, pues deben ir de una casa a otra; actividades, ropa y mesada si no hay acuerdo entre los padres para limitar estos gastos. Un pago extraordinario generalmente se reparten el pago por la mitad los progenitores.

 

 

Ayuda emocional:

La separación y el divorcio acarrean fuertes cargas emocionales que alteran la vida normal de la pareja, sus hijos y aún la familia extendida. Según los expertos, demora de seis meses a un año el “duelo” de la separación. El apoyo de un psicólogo, consejero matrimonial y a veces de un especialista en psiquiatría, tiene un costo económico, aunque ayuda a superar más fácilmente la pérdida de pareja o la separación de los padres.

 

Mascotas y animales de compañía: cuidado compartido

Se encuentra en discusión la normativa referente a las mascotas. Estas pasarían a ser “seres vivos dotados de sensibilidad” (en España rige esta ley). Por raro que nos parezca ahora, los animales eran considerados cosas u objetos. Sin embargo, para nosotros, son nuestros compañeros y parte de la familia.

A menos que exista un acuerdo, o que el juez determine quién se queda con la mascota, los ex cónyuges deben compartir los gastos de manutención y cuidado de ésta.

 

Fuente: Lexxi Abogados

Cinco alertas financieras que pueden poner a prueba tu relación

Cinco alertas financieras que pueden poner a prueba tu relación

General

En una relación llega un momento en el que tendrás que enfrentar verdades sobre la situación financiera de tu pareja, algunas más complicadas que otras.

Te presentamos algunas alertas que pueden tener un impacto en si tú y tu pareja tendrán un futuro financiero sostenible juntos.

  1. Niveles de endeudamiento críticos en la tarjeta de crédito

Hay algunas causas para tener una deuda en la tarjeta de crédito – pérdida de empleo, un gasto imprevisto sin contar con un fondo de emergencias, y descontrol en las decisiones de gasto. Debes preocuparte aún más cuando tu pareja está usando el cupo de la tarjeta como si fuese dinero en efectivo y no hace esfuerzos para pagar la deuda.

Alerta: Las personas pueden estar endeudadas, no es una razón para dejar una relación. Es importante conversar sobre cómo llegaron a ese nivel de endeudamiento y hacer un plan en conjunto para librarse de las deudas. Trabajar juntos para bajar el nivel de endeudamiento puede ayudarles a fortalecer su relación.

  1. Tendencias de gasto

Las parejas tienen diferentes hábitos de gasto, pero si te asustas cada vez que tu pareja llega a la casa con una bolsa de compras, es una situación para considerar ya que tal vez no están la misma página en temas financieros.

Alerta: Toma acción si vives una situación similar a tiempo, antes de que se convierta en una pelea. Muchas parejas establecen una regla de consulta: si una compra sobrepasa cierto monto, la pareja debe avisar a la otra antes de hacer el gasto. Este sistema permite tener libertad, pero con una notificación en ciertos casos.

  1. El síndrome de “no tengo para pagar”

Si te encuentras con que tu pareja tiene que pedir constantemente a sus familiares y amigos que le presten dinero porque no tiene para pagar sus gastos (y no les paga de vuelta), la situación es menos sostenible.

Alerta:  Si este comportamiento surge a pesar de que tiene dinero en el banco, entonces es momento de que tu pareja comience a ser responsable de sus gastos. Sin embargo, si esto está pasando porque hay una verdadera necesidad, entonces debes estar listo/a para escucharle sin juzgar. Ofrece tu ayuda para guiarle en sus finanzas, creen un presupuesto, o si es necesario apóyale para que acuda a un experto en finanzas personales.

  1. Constante búsqueda de empleo

Todos pueden perder su empleo alguna vez. Pero, si tu pareja tiene un patrón de no tener un trabajo estable por un período considerable de tiempo, es momento de tener una conversación.

Alerta:  Antes de asustarte, mira la foto completa. ¿Trabaja en una industria donde su posición o profesión ha sido eliminada? ¿Ha sido despedido por alguna causa en particular, o renuncia porque no le gusta? Conversa con tu pareja sobre tus preocupaciones y ofrécele tu apoyo si la situación es manejable. Si es un patrón en el cual difícilmente habrá cambios, analiza bien si te conviene en el largo plazo.

  1. Mentir regularmente

El manejo de finanzas en pareja es cuestión de honestidad, si te encuentras con que tu pareja te ha mentido constantemente sobre su situación financiera y no es sincero, esto va más allá de las finanzas y recae en la confianza.

Alerta: Trata de tener una conversación sobre su situación financiera. ¿Qué tan honesto y transparente ha sido tu pareja sobre sus finanzas? Si pueden llegar a un equilibrio y comenzar desde cero para solucionar los problemas, está bien. Pero, si encuentras resistencia o pero aún más mentiras, entonces confiar en tu pareja a futuro puede ser aún más difícil.

 

Fuente: Learnvest

Cómo amoblar la casa sin quedarse en la quiebra

Cómo amoblar la casa sin quedarse en la quiebra

General Planificación y Presupuesto

Si piensas salir a vivir solo, o estás por casarte, es muy importante saber cuánto dinero necesitas para amoblar tu casa y tener el mínimo de comodidades. Sigue los consejos a continuación para armar un plan de compra acorde con tus posibilidades.

 

 

  1. Realiza un presupuesto

 

Identifica cuánto dinero puedes destinar para la compra de muebles y electrodomésticos. Para realizar este ejercicio necesitas tener claro cuáles son tus ingresos y gastos en la actualidad y en caso de tener ahorros, cuánto tienes disponible para gastar. No es aconsejable utilizar todos tus ahorros para la compra de muebles y/o electrodomésticos. Siempre procura dejar una parte de tus ahorros para emergencias.

 

También necesitas decidir qué opción de pago es el que más te conviene: al contado o a crédito. Si eliges pagar al contado, puede ser que obtengas mejores precios pero asumirás el gasto de inmediato. En cambio, si eliges pagar a crédito, asumirás el gasto de a poco en el tiempo, pero tendrás que cubrir el costo adicional de los intereses. Las dos opciones tienen pros y contras que debes evaluar de acuerdo con tu situación financiera actual.

 

  1. Identifica tus necesidades

Una vez identificado un monto que puedes gastar, haz una lista de todos los muebles y/o electrodomésticos que necesitas comprar. Sugerimos utilizar el siguiente formato:

 

COMPRAPRIORIDADNUEVO/USADO/HEREDADOMONTO

 

Compra: Primero identifica qué es lo que necesitas comprar.

 

Prioridad: Después de crear una lista exhaustiva, asigna prioridades a tu lista. Qué necesitas de inmediato? Qué puede esperar un par de meses, seis meses o un año. Trata de ser realista, y no asignar prioridad #1 a todo!

 

Nuevo/Usado/Heredado: Clasifica tu lista en muebles/electrodomésticos que puedes comprar nuevos, usados o que puedes “heredar” de algún familiar o amigo. Para muebles usados puedes buscar en el internet en páginas como www.olx.com.

 

  1. Analiza opciones

 En el caso de muebles y/o electrodomésticos nuevos o usados que necesitas comprar, analiza mínimo unas tres opciones antes de hacer la compra. Visita varios locales/tiendas y compara opciones en cuánto a calidad y precio. Aunque toma más tiempo, analizar opciones siempre es la mejor manera de conseguir un mejor producto. Recuerda que la opción más barata no siempre será la mejor. Como en todo, cuando se tratan de muebles y/o electrodomésticos lo barato sale caro.

 

 

Finalmente, recuerda que lo más importante a la hora de amoblar tu hogar, es que lo hagas de acuerdo a lo que necesitas y no a lo que todo el mundo esperaría que tengas. Las cuentas y facturas las pagas tú y el empezar con deudas innecesarias no te conviene.

 

¡Te deseamos éxitos en tus compras!