Hay muchas cosas que se deben preparar para el día en que tus hijos dejen el nido. Como padre, quieres asegurarte de que tienen las herramientas adecuadas para tomar las mejores decisiones por sí mismos. Entre lo que les has enseñado con tu ejemplo, y lo que han aprendido en la escuela y de sus compañeros, deberían estar preparados para enfrentarse al mundo real.
Sin embargo, existe un tema que a menudo no se enseña en las escuelas ni se discute mucho en los círculos sociales: cómo preparar a tus hijos para la independencia financiera. Por suerte, hay habilidades que puedes enseñarles para que estén preparados cuando tengan que administrar sus finanzas personales. A continuación, te indicamos cómo puedes prepararlos para la independencia financiera:
Acostúmbrales a manejar un presupuesto
Es una buena idea enseñar a tus hijos a controlar lo que entra y sale de sus cuentas bancarias o de su bolsillo. Pero, no todo el mundo es lo suficientemente detallista como para llevar un control de cada transacción. Por eso, puede ser más fácil enseñarles unas cuantas reglas generales para que las sigan:
- Una forma fácil de manejar el presupuesto es no gastar más del 50% de su sueldo en gastos fijos de cada mes, como el alquiler, los servicios públicos, la comida y otros gastos necesarios.
- A continuación, destina un 10% de lo ganado al ahorro.
- El 40% final es para lo que quieras, es decir gastos de estilo de vida.
Aunque sólo se trata de pautas, conocerlas puede ayudar a tus hijos a generar buenos hábitos financieros con el dinero que tienen.
Ayúdales a crear fondos de ahorro
Es importante que tus hijos sepan que deben empezar a ahorrar algo para la jubilación. Pero, también es bueno hablar de algunas cosas sencillas que pueden hacer para asegurarse de estar en una buena posición financiera. Algunos ejemplos:
- Construye un fondo para emergencias. Es una buena idea reservar entre tres y seis meses de gastos. Es un dinero que pueden utilizar para cualquier eventualidad: una enfermedad, un accidente o si pierden su trabajo. Se recomienda que dediquen una parte de sus ahorros cada mes para crear un fondo de emergencia.
- Jubilación. Cuando se es joven y se empieza, la jubilación parece muy lejana. Pero cuanto antes empiecen a ahorrar tus hijos, más tiempo tendrán para que su dinero crezca. A medida que vayan ganando más dinero, deberán ir aumentando sus aportes al fondo.
Enséñales que no todas las deudas son iguales
Si tus hijos son como muchos de los adultos jóvenes de hoy en día, es muy probable que tengan deudas por estudios y que ya manejen tarjetas de crédito. Es importante ayudarles a entender la diferencia entre una deuda buena y una mala, y cómo utilizar la deuda en su beneficio, no en su perjuicio.
La deuda mala suele ser una deuda de alto interés que aporta poco valor a largo plazo, como una deuda por vacaciones o por una fiesta. La deuda buena suele tener tasas de interés más bajas y normalmente ayuda a pagar algo que proporcionará un valor continuo. Una hipoteca, por ejemplo, puede ayudarte a comprar una casa que probablemente se revalorizará con el tiempo. Los préstamos estudiantiles te ayudan a obtener una educación, lo que puede aumentar tu potencial de ingresos de por vida.
Enséñales la importancia del buen manejo del crédito
Además de ayudar a tus hijos a obtener su primera tarjeta de crédito y de transmitirles buenos hábitos, como el pago íntegro de los saldos cada mes, es bueno que les enseñes sobre su historial crediticio y su score. Indícales que si tienen una buena puntuación, tendrán más probabilidades de acceder a mejores condiciones de financiamiento y el crédito será una herramienta para alcanzar muchas de sus metas financieras.
Apóyales para que se independicen financieramente
Tu trabajo es proteger a tus hijos y cuidarlos, por lo que puede ser tentador apoyarlos económicamente cuando te pidan ayuda, u ofrecerles dinero para cosas como la compra de muebles nuevos, para pagar más rápido sus préstamos estudiantiles o pagar el alquiler de un apartamento.
Si estás en condiciones de ayudar a tus hijos y quieres hacerlo, es una excelente opción. Pero asegúrate de tener un plan de transición para que sean responsables de sus propias finanzas. Y, si ayudar a tus hijos va a poner en riesgo tu propio futuro económico, quizá debas pensar dos veces antes de ofrecerte a ayudar. Recuerda que cuanto menos te pidan apoyo financiero, mejor aprenderán a gestionar sus propias finanzas.
Fuente: Northwestern Mutual